Serie Nacional: Y el mejor reforzado fue...

Del más al menos acertado, con estadísticas añadidas.

El cienfueguero Mateo fue la petición-sorpresa. © Aslam Castellón
El cienfueguero Mateo fue la petición-sorpresa. Foto © Aslam Castellón

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Este artículo es de hace 5 años

Primero lo primero: todo el mundo le sacó partido a la segunda jornada de refuerzos. No había mucho de dónde escoger, pero sí suficiente para que cada cual apuntalara sus costados más endebles.

Mas por supuesto hubo quién aprovechó mejor el río revuelto. Lo que sigue es mi juicio particular de la gestión de cada uno de los managers en la velada de la víspera.


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Matanzas: Óptimo

La dirección de los Cocodrilos eligió a un camarero con visos de shortstop (César Prieto), un outfielder de amplio espectro (Raico Santos) y un pitcher relevista (Miguel Lahera) que se encargará del tramo final de los partidos. El equipo ha sido el que más pisa el home plate en la campaña, y ahora la adición de dos hombres veloces con altos porcentajes de embasado ampliará sus opciones de fabricar carreras.

Las Tunas: Certero

Su tambaleante cuerpo de pitcheo se maquilló a las claras con un abridor (Carlos Santiesteban) y un apagafuegos (Raidel Martínez), además de sumar al jugador más subvalorado del béisbol nacional en los últimos tiempos (Yasniel González), quien tendrá la misión de suplir el hueco ofensivo dejado por la baja de Jorge Antonio Johnson. Si Martínez no se ha desvinculado de los entrenamientos desde el regreso de Japón, ojo con los campeones nacionales.

Industriales: Ajustado

Las carencias de algunos sectores de su infield desembocaron en la convocatoria de un torpedero (Luis Vicente Mateo) y un antesalista (Dayán García), bateadores que elevarán bastante el OBP pero muy poco el slugging de la escuadra. Eso sí, en enero veremos vestido de azul al mejor relevista radicado en Cuba (Liván Moinelo), un hombre que podría marcar diferencias si se encuentra, cuando menos, al 80 por ciento de su forma.

Camagüey: Incierto

Estaba más necesitado que nadie de multiplicar su calibre de fuego y se quedó corto al hacerse con un camarero (Santiago Torres) y un centerfielder (Yoelkis Guibert). El as de su selección fue un abridor (Lázaro Blanco), quien ha lucido distante de parecerse a lo que ha sido, el lanzador número del país en este lustro.

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Michel Contreras

Periodista de CiberCuba especializado en béisbol, fútbol y ajedrez.


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