La foto que encabeza este artículo fue tomada a este lunes por una cámara de vigilancia interior en la agencia Cubamax, un nombre conocido entre las agencias de envíos de mercancía y venta de pasajes a Cuba. Apenas empezaba la mañana y no había dónde sentarse. Afuera, no había dónde parquear.
“Cuando llegué al parqueo el sábado me parecía inconcebible”, dijo a CiberCuba el propietario de la compañía, Giraldo Acosta, quien nos confirmó que el comportamiento de los viajeros del sur de Florida tras el anuncio de las medidas del viernes, fue diferente al que él esperaba por dos motivos.
“El primero, porque yo asumí que lo que íbamos a tener era una avalancha de personas cambiando sus pasajes, como es normal, y quizás alguno que otro aprovechando los casi dos meses que quedan antes de que entren en vigor las restricciones”, adelantó Acosta.
“Lo que no podía prever es que el sábado tendríamos el día de ventas históricas de la compañía, con una diferencia abismal”, nos dijo el empresario.
Para entender la magnitud del fenómeno: en los 20 años de esta agencia, su récord en cuanto a pasajes vendidos con destino a Cuba rondaba los 500 boletos en un día.
“El sábado, pasamos de 900 pasajes. Una locura”, declaró Giraldo Acosta.
Otras agencias locales que tramitan los pasajes para volar a las provincias cubanas (únicas con permiso fuera La Habana hasta el próximo 10 de marzo luego de la prohibición a gigantes como American y JetBlue por la anterior medida de la administración de Donald Trump) como Viva Travel y Xael Charters, confirman un panorama similar: al día siguiente del anuncio de la regulación, los cubanos del exilio entraron en pánico y fueron a asegurar su pasaje mientras se pueda.
Se trata del impulso lógico generado por una situación de crisis que nadie sabe a dónde pueda llegar en términos de costo y dificultad para residentes del sur de Florida que deseen visitar a los suyos en la isla.
“No solo es que se van a desaparecer los de provincias, es que me temo que los de La Habana van a subir muchísimo de precio”, dijo este lunes a CiberCuba uno de los compradores que llevaba dos horas y media de espera para hacerse con un boleto a Santa Clara.
La medida fue anunciada el pasado viernes 10 de enero y ofrece un plazo de dos meses exactos para que los charters desmantelen sus vuelos a nueve aeropuertos cubanos, con excepción de La Habana.
Pero no es el único apretón de tuercas drástico a la industria millonaria de los vuelos a Cuba.
La regulación elimina los vuelos charters al interior del país pero coloca una camisa de fuerza además al número de vuelos anuales que pueden efectuarse desde Estados Unidos.
“Son 3.600 al año, según dice la normativa”, explicó Yuniel Alonso, Director de Operaciones de Aerocuba, uno de los cuatro charters a Cuba que operan desde el sur de la Florida. “Cuando sacas la cuenta, son unos nueve vuelos diarios a La Habana que deberán satisfacer el flujo de personas a toda Cuba. La Habana será solo la puerta de entrada. El que necesite ir a Guantánamo tendrá que competir también por un asiento en uno de esos nueve vuelos con el mismo que va a la capital. Es una locura”.
Todos los expertos coinciden en que puede asomar otro peligro adicional: que Cuba eleve los costos operativos en cualquier eslabón de la cadena de los charters.
Un empleado de otra conocida agencia de Miami que prefirió aportar información a CiberCuba a condición de mantenerse en el anonimato, nos dijo que ya estaba “sonando” entre los trabajadores de la industria que Cuba iba a intentar reducir el alcance de sus pérdidas con todos los vuelos cuyos ingresos dejará de percibir, elevando otros costos.
“Al final, por supuesto que también eso lo pagará el viajero. Es una desgracia por dondequiera que se mire”, opinó este empresario.
Por lo pronto, el caos y la incertidumbre tienen en parqueos y salas de espera de las agencias de viajes de Miami una fuerte representación visual. La muchedumbre que viajará incluso a destiempo, sabe que se avecina un escenario difícil.
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