A partir de un reciente acuerdo bilateral entre Singapur y Cuba, los cubanos pueden ingresar a ese país asiático sin necesidad de visa, con una estancia permitida de hasta 30 días, lo que abre una nueva puerta a uno de los destinos turísticos y de negocios más prósperos y caros del mundo.
La medida fue anunciada a finales de octubre, en el marco de la ITB Asia 2024, la feria B2B más importante de la industria de viajes en Asia-Pacífico, en la que Cuba participó por primera vez.
La delegación cubana en la feria, encabezada por la representante del Ministerio de Turismo para Asia y Oceanía, Elizabeth Vela Jaime, busca promover el turismo cubano y establecer relaciones con empresas y agencias de viajes de la región.
Este esfuerzo coincide con el reciente acuerdo de servicios aéreos entre Singapur y Cuba, que permite viajes sin restricciones de capacidad, frecuencia o rutas, facilitando el potencial de futuros vuelos directos entre ambas naciones.
Singapur: Un destino atractivo pero costoso
Algunas personas pueden pensar que Singapur representa para los cubanos una "oportunidad única" de explorar un centro de innovación y tecnología en Asia, o de realizar "turismo de compras", uno de los atractivos que más destaca entre los visitantes latinoamericanos; pero la realidad es otra.
El alto costo de vida del país puede ser un desafío para los viajeros de la isla. Singapur se encuentra regularmente en las primeras posiciones de los índices de ciudades más caras del mundo, con precios elevados en alojamiento, transporte y alimentación.
Este nuevo acceso sin visa facilita visitas temporales, pero para residir o trabajar, los cubanos necesitarían cumplir con los estrictos requisitos migratorios de Singapur, que incluyen visas de trabajo como el Employment Pass o el S Pass, necesarios para profesionales calificados y trabajadores técnicos, respectivamente.
Ese país ofrece el EntrePass, diseñado para quienes deseen establecer empresas en sectores alineados con las necesidades de Singapur, como tecnología y desarrollo científico, pero se necesita inversiones duras, que la mayoría de los emprendedores cubanos no se pueden permitir.
Vuelos para cubanos sin visa en Singapur: Oportunidades y limitaciones
El acuerdo de servicios aéreos podría mejorar la conectividad entre ambas naciones, reduciendo la necesidad de escalas largas y caras en vuelos que usualmente pasan por Europa o Medio Oriente.
Singapur es para el régimen el punto de entrada al mercado asiático. Los cubanos que planeen negocios o estudios en Asia podrían beneficiarse de una mayor accesibilidad al sudeste asiático.
No obstante, a pesar de las nuevas facilidades para visitar Singapur, establecerse de manera permanente sigue siendo complicado debido a las políticas migratorias y la falta de un sistema de asilo para refugiados.
Singapur no es signatario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, y aunque colabora con organismos internacionales, no ofrece programas de residencia para este propósito.
Cubanos, atención a este tema si van a Singapur:
Las leyes cívicas en Singapur son reconocidas por su extrema rigidez y han sido clave en la construcción de una sociedad altamente ordenada y disciplinada.
Existen regulaciones detalladas que abarcan desde la limpieza de espacios públicos hasta el comportamiento en zonas compartidas. Las infracciones pueden acarrear severas multas e incluso sanciones penales.
Arrojar basura en la calle, comer o beber en el transporte público, o no descargar el inodoro en baños son actos considerados ilegales y castigados con sanciones. El consumo de chicle está prohibido salvo en casos médicos específicos, y el grafiti o actos de vandalismo son penados con cárcel y castigos físicos, como el azote.
Este enfoque estricto busca mantener la armonía social y garantizar una calidad de vida elevada en un espacio urbano reducido. Singapur aplica además una política de "tolerancia cero" hacia el consumo y tráfico de drogas, con penas que van desde largas condenas hasta la pena de muerte en casos graves.
La cultura de Singapur valora la disciplina, la obediencia a la ley y el respeto al orden público, lo cual contrasta con las costumbres de sociedades más relajadas en normas cívicas.
Quienes provienen de contextos culturales menos estrictos, como es el caso de los cubanos, adaptarse a estas leyes y al estilo de vida regulado puede resultar desafiante y generarles serios problemas, si no se comportan debidamente en el espacio público.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (1)Archivado en: