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La localidad argentina de Mendoza registró este miércoles un fuerte sismo de 5.1 grados en la escala de Richter, pero de momento no se reportan heridos.
Sin embargo, Daniel Burrieza, director de Defensa Civil de Mendoza, informó al medio Cadena 3 haber recibido “dos o tres llamados de vecinos que dieron cuenta de agrietamientos en sus viviendas”.
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Otros medios indican que la sacudida sorprendió a los ciudadanos de dicha provincia al oeste del país austral.
“Fue como una fuerte explosión, de dos segundos, pero que hizo crujir todo”, refirió Ana María González al diario La Nación, quien confesó haberse sentido atemorizada por el temblor registrado a las 11.39 (hora local).
Según el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), el sismo se produjo a 10 kilómetros de profundidad. El epicentro se registró en la comuna de Maipú, a 24 kilómetros al sureste de Mendoza; 161 kilómetros al sur de San Juan; y 19 kilómetros al noroeste de San Martín.
De modo preventivo, el Gobierno provincial determinó la evacuación de la mayoría de los edificios públicos. Vecinos del área decidieron por su cuenta abandonar al menos unos minutos sus lugares de residencia o de trabajo.
Otro país que ha sufrido el impacto de tales estremecimientos, con mayor fuerza y consecuencias negativas, ha sido Puerto Rico. Desde principios de año, los boricuas han sido azotados por una cadena de movimientos sísmicos que mantiene en vilo a la población local.
En Cuba, dada la cercanía geográfica, también los especialistas del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais) prestan atención a los acontecimientos en el país vecino.
Al respecto, el subdirector de dicho centro comentó a la prensa oficialista que “lo ocurrido en Puerto Rico no tiene relación con la zona límite de placas situada al norte ni tiene implicaciones directas para Cuba”. Luego dijo, para tranquilidad de sus connacionales, que existe “poca probabilidad de que se produzca una sacudida fuerte” como para “generar tsunamis”.
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