Una delegación de empresarios agrícolas y políticos de Michigan está en Cuba para negociar un aumento en las exportaciones de alimentos a la Isla desde ese estado.
Las relaciones entre Michigan y Cuba se remontan a una década atrás, aunque de momento no se han plasmado en grandes negocios. Las exportaciones se limitaron a carne de pavo y frijoles negros, y ello hace tiempo, porque en los últimos dos años no han vendido nada de forma directa al Gobierno cubano.
La comitiva de visita en La Habana -integrada por una treintena de personas en la que figuran legisladores demócratas como republicanos- se ha reunido con funcionarios cubanos, agricultores y cooperativistas.
Los miembros de la delegación recordaron que Michigan es uno de los estados agrícolas con una producción más diversa, que incluye varios de los alimentos con mayor demanda en la Isla, entre ellos papas, carne de cerdo, lácteos, frijoles vegetales.
“Hemos mantenido conversaciones francas y productivas sobre el futuro de la relación entre los dos países y sobre la relación comercial. Estamos centrados en las oportunidades para colaborar”, explicó este jueves Dan Lauwers, senador estatal por Michigan, en una rueda de prensa citada por medios acreditados.
Recordó que el régimen cubano importa cada año alimentos por valor de unos 2 mil millones de dólares, y que, por sorprendente que parezca, una octava parte de esas compras proceden de Estados Unidos.
Gary McDowell, director del Departamento de Agricultura y Desarrollo Rural de Michigan, aseguró que han sentado “una fuerte base para una relación comercial que beneficiará ambos países”.
“Esto no es un diálogo unilateral, se trata de conocer y aprender de lo que hacen aquí, de explorar las posibilidades de comercio con el tabaco, el ron y las frutas tropicales, y también se puede fomentar la colaboración en investigación agrónoma”, señaló por su parte James Byrum, expresidente de la Asociación de Negocio Agrario de Michigan.
El embargo de Estados Unidos tiene algunas excepciones que permiten la venta de alimentos a la Isla -obligada a pagar en efectivo- pero mantiene prohibida la entrada a territorio norteamericano de productos cubanos con fines comerciales.
Aunque las ventas de productos agrícolas a Cuba fueron autorizadas por el Congreso en el 2000, las reglas del embargo impiden la concesión de financiamiento en las operaciones comerciales con el gobierno cubano.
La Ley de Sanciones y Reformas Comerciales (TSRA) impide otorgar créditos privados para las exportaciones a la Isla y obliga a la empresa Alimport a pagar los productos norteamericanos en efectivo y por adelantado.
En mayo de 2019, dos senadores estadounidenses intentaron introducir en el Congreso un proyecto legislativo que eliminaría las barreras para el otorgamiento de créditos privados en favor de exportaciones agrícolas de Estados Unidos hacia la Isla.
La llamada Ley de Expansión de Exportaciones Agrícolas de 2019 fue presentada por los senadores John Boozman, republicano por Arkansas, y Michael Bennet, demócrata por Colorado, y buscaba apartar un importante obstáculo para que los agricultores y ganaderos de todo el país tengan mayor acceso al mercado cubano.
La iniciativa bipartidista coincidió con un período de alza en las compras cubanas de productos alimenticios en Estados Unidos, en medio de la profunda crisis de desabastecimiento y racionalización de alimentos que vivió la isla, especialmente a partir del mes de abril del pasado año.
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