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La Seguridad del Estado comunicó el miércoles al joven periodista independiente Yoe Suárez que no podría viajar fuera de Cuba, además de dirigir amenazas contra su esposa y su hijo pequeño.
El intercambio se extendió durante casi tres horas, de acuerdo con Suárez, después de que se le enviara una citación para presentarse en la estación policial de Siboney, donde sería recibido por un oficial que se identificó como el Capitán Enrique.
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Este le informó a Suárez que “por orden de la jefatura” no podría salir del país por tiempo indefinido. Antes, le advirtió que su trabajo reporteril para medios independientes podría tener repercusiones en la vida de su esposa y su hijo, que aun no cumple los dos años de edad.
También el Capitán Enrique le informó que, en lo adelante, él atendería personalmente su caso.
“Se interesó por cuánto yo ganaba. Le contesté que no figuro en ninguna nómina de un medio en particular, sino que trabajo como colaborador y me pagan como tal. Quiere decir que mis ganancias dependen de cuánto material produzca cada mes, que podría ser cero”, explicó Suárez a Cibercuba.
“Empezó a decirme que estaba bien al tanto de lo que ocurría en mi casa. Sabe que ando construyendo en estos momentos y con quiénes vivo”, añadió.
“Ellos no van a ganar”, le espetó el oficial refiriéndose a la “contrarrevolución” que los medios independientes cubanos supuestamente representan según el discurso gubernamental y del oficialismo.
“¿Tú sabes que tienes salvación? Tu problema no es ideológico, es de resentimiento”, dijo. En este sentido, el oficial indagó a la sazón sobre el pasado de Suárez como estudiante de periodismo en la Universidad de La Habana, buscando la génesis de una presunta ruptura o desviación ideológica.
El interrogado le contestó que simplemente, después de graduado, había decidido no pertenecer a un medio restrictivo y opresivo que atenaza las voces del periodismo legítimo.
Yoe Suárez, de 29 años, recuerda que estuvo 4 veces detenido anteriormente. Sin embargo, hasta ahora no se le había impedido viajar fuera de la isla. También lamenta que este último intercambio no haya sido tan breve como los encuentros previos, pues la prolongación del mismo llegó a causarle malestar.
Luego del “diálogo”, Suárez se trasladó este jueves a la oficina del Carnet de Identidad en Miramar, y allí pudo corroborar con una oficial que, en efecto, contra él había establecida una prohibición de salida del país por las terminales aéreas.
“No es una sorpresa para mí, pero siempre es un golpe”, aseguró.
El trabajo de Suárez ha sido incluso reconocido por la parte institucional cubana, que le ha otorgado menciones y premios en reconocidos certámenes nacionales, mientras no colaboraba con publicaciones satanizadas hoy por el régimen, como Diario de Cuba.
Además, ha publicado varios libros de No Ficción y de Narrativa. En 2016, fue finalista de la Beca Michael Jacobs para periodistas de viajes, que otorga la prestigiosa Fundación Gabo en Colombia.
Varios comunicadores independientes y activistas denuncian a menudo atropellos similares de las autoridades cubanas. Uno de los casos más recientes fue el de Reinaldo Escobar, jefe editorial de 14yMedio, quien supo en el aeropuerto de La Habana que no podría asistir a un evento en Colombia al que había sido invitado.
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