El diario Granma, vocero oficial del Partido Comunista en la isla, volvió a las embestidas contra los opositores José Daniel Ferrer y Rosa María Payá, líderes de la Unión Patriótica de Cuba y de la plataforma Cuba Decide, respectivamente.
Este nuevo artículo se suma a las andanadas del oficialismo para desacreditar las figuras de la oposición contra el régimen cubano, una intención que se pudo apreciar con la reciente publicación de un reporte en televisión gubernamental que nuevamente la emprendía con Ferrer.
Granma describe en esta ocasión al líder de la UNPACU como un personaje “fabricado por la CIA estadounidense en su afán de fomentar la subversión en nuestro país”, ignorando por completo las irregularidades judiciales que han acompañado al proceso del activista, que permanece encarcelado desde el primero de octubre de 2019.
Sin embargo, el artículo sostiene que “la de Cuba es la justicia de la ética –léase bien, ética– que nos ha caracterizado por más de 60 años de agresiones, sanciones económicas y financieras, difamaciones de todo tipo, llevadas adelante por varias administraciones estadounidenses contra la Isla de la Dignidad”.
El texto no escatima, como es habitual en la prensa oficialista, los adjetivos denigrantes contra Ferrer, al que llama “contrarrevolucionario, mercenario pagado por una potencia extranjera, o abusador que golpea hasta a la madre de sus hijos”.
Más adelante, Granma hinca sus dientes en Rosa María Payá, acusándola de vivir del dinero de Estados Unidos, aprovechándose de su apellido. Asimismo, el diario recuerda que hace unas semanas la cubana fue recibida “con bombos y platillo” en Bolivia por la presidenta interina de esa nación, Jeanine Áñez.
Para el órgano oficial del PCC, esto sugiere intenciones de tramar en Cuba “un golpe de Estado como el de Bolivia”.
Según la publicación, Payá apuesta por las elecciones libres, pero los comicios que practica el régimen ya son verdaderamente democráticos.
En estos –a juicio del diario–, el pueblo “decide quiénes, de qué forma, y a través de qué sistema de gobierno encaminamos una revolución que ni el imperio, ni el bloqueo, ni los mercenarios y asalariados al servicio de una potencia extranjera, han podido fracturar”.
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