Un ciudadano español arremete contra la política de visas del Consulado en La Habana

Un ciudadano español que se casó por poderes con una cubana denunció las irregularidades en el sistema de otorgamiento de visas a los nacionales de la Isla que pretenden viajar a España.

Luis López García escribió al portal oficialista Cubainformación, al que relató todas las vicisitudes que él y su pareja han atravesado durante su noviazgo, cuando ambos solicitaron para ella una visa turística y su correspondiente ampliación, con el fin de casarse en Madrid.

“Pese a dejarle un talón bancario del Banco Santander, dinero en efectivo, una carta de la Policía con las escrituras de mi vivienda, un seguro de la compañía AXA de 30.000 euros y las tarjeta de embarque de Air Europa –viajes confirmados de ida y vuelta–, el Consulado de España en La Habana denegó su visado, exigiéndole una cuenta en CUC (pesos convertibles) y las escrituras de la casa propiedad de su madre”, detalló el reclamante.

“Yo personalmente llevé todos los documentos al Consulado de La Habana, estuve en la cola de las legalizaciones y padecí el impresentable funcionamiento de la web que ahora, según me han informado, ya ni siquiera funciona para las legalizaciones”, añadió.

López García cuestiona si existe alguna forma de defenderse del funcionamiento de las oficinas consulares de España, y de obligarles a que respeten el Convenio Shengen y no adaptarlo a los intereses particulares y políticos de cada cual.

“Quedo a disposición para entrar en contacto con otras personas afectadas, incluso crear una plataforma contra el funcionamiento del Consulado de España en La Habana, que bien podría llamarse de ‘Personas afectadas por el incumplimiento de las leyes internacionales y el trato moral y humano a las personas’”, concluye el reclamante.

Para Cubainformación, este caso es una muestra del “trato inhumano y discriminatorio del Consulado español en La Habana”, el cual “afecta a decenas de miles de personas cada año en Cuba”.

Sin embargo, los ciudadanos de la Isla a menudo son rehenes de la política exterior del régimen, que los persigue más allá de sus fronteras, hechos que son ignorados por la prensa oficialista en la Isla.