No puedo dejar de dar mi opinión sobre el coronavirus en Cuba. La verdad me siento bastante preocupado. Como miles de cubanos que quizás están tomando esto como jarana, es momento de empezar a cuestionarnos algunas cosas y pensar más profundamente en las circunstancias que estamos viviendo.
En medio de una aparente calma, quizás la pueda comparar con ese momento donde atraviesa el Ojo de un huracán, pero la verdad es que no sabemos en qué momento se desatará la furia de la bestia en nuestra tierra.
Para nadie es un secreto que no estamos preparados para enfrentar lo que se nos viene. Nuestra sistema de salud no puede hacer frente a una posible situación crítica del Coronavirus. Les explico mejor:
Los hospitales en Cuba, los que tienen las condiciones necesarias para asumir pacientes infestados, no tienen la capacidad para la cifra que puede representar un contagio masivo.
Los medicamentos cada vez son más escasos, los insumos médicos también escasean y no es un secreto para nadie esto.
Las personas siguen haciendo multitudinarias colas para casi todo. El pollo, el jabón, el detergente, el champú, productos de primera necesidad que no sé desde cuándo no los veo en las tiendas recaudadoras de divisas.
Mientras las actividades no cesen en las escuelas y algunos centros de trabajos, las paradas seguirán infestadas de personas, niños, adultos y ancianos.
Los aeropuertos siguen permitiendo la entrada de cuanto turista quiera venir a Cuba, venga de donde venga y los hoteles continúan brindando los servicios.
Las casas de renta, restaurantes, bares y cafeterías siguen trabajando porque al final del mes tienen que hacer una declaración a la ONAT (Oficina de Administración Tributaria), la cual hasta el momento no se ha manifestado respecto a la situación.
El nuevo Coronavirus no discrimina entre niños y ancianos. Yo tengo un bebé de casi 5 meses y bastantes familiares que ya pasan los 70 años.
Envejecidos como casi el 60 % de la población cubana. ¿Qué hago? ¿Me quedo en casa? ¿Obligo a mi familia a quedarnos en casa, mientras que a mi esposa la puedan sacar de su escuela, o mi madre y mi suegro pierdan el trabajo? ¿Qué hago? ¿Qué comemos en una cuarentena, si lo único que hay en las tiendas son los picadillos y salchichas y solo nos venden 4 por persona?
¿Acaso pensamos pasar la cuarentena con los 5 huevos por persona que nos da el gobierno, o con una insuficiente cuota de alimentos que raramente dura más de 15 días al mes?
Entonces me pongo a pensar qué será de Cuba cuando en el propio noticiero nos demuestran que los casos están aumentando cada vez más.
Ellos afirman tener las líneas de entradas con control estricto... Pero ¿nos hemos dado cuenta que todos los pacientes infectados han llegado a sus destinos? ¿O que los que han sido ingresados es porque han acudido ellos mismos a los centros de salud? Entonces me pregunto qué tan controlados están? ¿Qué diablos están haciendo en los aeropuertos que solamente dos días después de la entrada hay pacientes que presentan síntomas?
Tengo miedo de la desinformación... Tengo miedo de la manipulación de la información solo para que el cubano no pierda la cabeza.
Tengo miedo de todo lo que se comenta en las calles de pacientes nuevos. Realmente dudo de la capacidad de tomar decisiones sensatas de este gobierno.
No se trata de que cunda el pánico, se trata de mantener la calma con las medidas correctas. Ya basta de que se ponga nuestra vida en riesgo por beneficios que la inmensa mayoría de la población cubana no ve, no ha visto, ni verá jamás. Es hora de tomar nuestras medidas para resguardar a nuestros seres queridos.
Las declaraciones y opiniones expresadas en esta carta a CiberCuba son de exclusiva responsabilidad de su autor. CiberCuba hace su mejor esfuerzo para verificar la veracidad de la información recibida pero no da garantías sobre la misma.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: