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Los cubanos nos hemos caracterizado históricamente por nuestra inventiva ante todas las crisis que nos ha tocado vivir, que no han sido pocas. En tiempos de coronavirus en Cuba los nasobucos comienzan a imponerse como moda y algunos de ellos son muy creativos.
El Estado cubano dio indicaciones para que cada persona elabore sus nasobucos con los recursos disponibles en casa. La creatividad no tardó en expresarse. Ya algunos modelos son tendencia en las calles de toda la isla, se conocen como "Nasobucos Made in Cuba".
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Algunos defienden la tradición. Utilizan para sus diseños sábanas, pañales, pullovers u otros retales que se ajusten a las medidas que exige la pieza, que por demás debe estar formada de 3 capas de tela, preferentemente de algodón para que resista altas temperaturas.
Otro grupo de personas optan por diseños más arriesgados, colocarse una bolsa de nylon en la cabeza. Este sistema no está recomendado para niños, pues si alguien olvida hacer los agujeros pertinentes puede causar la muerte por asfixia.
Se populariza también el estilo cowboy que consiste en llevar pañuelos de tela doblados en triángulo, similar a como los llevaban los vaqueros de las películas del oeste. Es simple, rápido de poner, pero no ofrece una protección eficaz.
Los chinos han aportado también sus saberes para que la población cubana perfecciones los diseños de mascarillas frente al coronavirus en Cuba. Uno de los modelos que más se populariza es la elaboración a partir de copas de ajustadores.
La duda de la mayoría de los usuarios es el tamaño de copa que más se ajusta a su capacidad bucal. Se deja a sugerencia de los interesados elegir las tallas, aunque en este caso se debe recordar que aquello de “caballo grande ande o no ande” puede que impida la visibilidad.
En Cuba la situación es crítica con todo tipo de recursos por lo que desde hace semanas el gobierno ha destinado un grupo de empresas para la producción de nasobucos que serán utilizados por los profesionales del sistema de salud cubano.
También las empresas privadas se han puesto manos a la obra con la producción de nasobucos para evitar el coronavirus en Cuba. Una emprendedora en Camagüey comercializa sus nasobucos estilo coreano a un precio de 75 pesos cubanos.
El uso del nasobuco aunque parezca un juego no lo es. Se trata de una de las medidas más importantes en la prevención del coronavirus y para evitar que aumente el número de contagios entre la población.
Es importante mantenerlos limpios y proceder a desinfectarlos y esterilizarlos tras su uso.
Quienes usen mascarillas clínicas deben recordar que son desechables. La Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó a utilizarlas de modo racional pues escasean en el mundo entero, por lo que la solución de hacerlas de tela puede ser una buena opción.
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