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Un joven cubano de 25 años que vivió el coronavirus en China hasta el 12 de febrero y ahora se encuentra en la isla, contó su experiencia a la plataforma Amo Mamá.
Reynaldo Escobar Mayedo llevaba unos 10 meses contratado en la ciudad china Qingdao cuando se originó la epidemia y tuvo que dejar de trabajar desde el 26 de enero. Sin embargo, se sentía seguro por las medidas de seguridad.
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"En cada edificio había un grupo especial de médicos y policías que te tomaban la temperatura y se aseguraban de que te lavaras las manos", detalla Escobar quien es estudiante de estomatología y músico.
Desde el 26 de enero hasta que abandonó China permaneció en casa y solo salía por las compras necesarias. Qingdao es una ciudad cercana al Mar Amarillo. En esta no había tantos casos como en Hubei, donde se originó el coronavirus.
Este holguinero detalla que cuando regresó a Cuba pasó por muchas pruebas en los aeropuertos de Beijing, Moscú y La Habana para demostrar que no portaba el coronavirus.
Una vez en la capital cubana permaneció aislado durante 14 días para poder llegar a ver a su familia en Holguín. Aunque Escobar no detalla cuándo arribó al país, las autoridades mantenían a todas las personas provenientes de China en observación y ya luego establecieron esa cuarentena obligatoria para muchos ciudadanos que regresaron cuando se decretó el cierre de las fronteras.
El joven cubano confiesa a Ammo Mama que él no tenía miedo de infectarse de COVID-19, pero sí de que lo cogieran su abuela, madre, hermana y su padrastro quien es asmático.
En su casa su madre hizo unas 200 mascarillas para el barrio para evitar cualquier tipo de contagio. Como esta cubana, otros muchos ciudadanos hacen sus propios nasobucos para poder salir a las calles.
Desde este fin de semana el uso de las mascarillas es obligatorio al dejar la vivienda. "Nadie está autorizado a violar normas sanitarias porque con ello propician la propagación de epidemias. Esto está previsto en el código penal de nuestro país", afirmó el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda.
"Con o sin la amenaza de una pandemia, las tiendas cubanas tienen pocos productos disponibles y la mayoría de ellos son demasiado caros. Nada ha cambiado", dijo Escobar al citado medio.
Este cubano comentó que el teletrabajo en Cuba es muy difícil debido a los altos precios de Internet, ante lo cual mucho ciudadanos llevan días pidiendo la bajada para poder mantener el contacto con la familia y ser más llevadera la cuarentena.
El monopolio estatal de las comunicaciones en Cuba, ETECSA, anunció este martes que en horarios de madrugada, de 1 a 6 de la mañana, bajará las tarifas un 50 %. Esta tarde está previsto que el ministro de Comunicaciones, Jorge Luis Perdomo Di-Lella explique esas medidas en el espacio de la TV estatal Mesa Redonda.
"La gente no se asusta en Cuba. Las medidas más comunes son lavarse las manos tan pronto como regrese a su casa y limpiar sus zapatos con toallas de hipoclorito colocadas en la puerta principal", explicó el joven.
En Cuba hay 212 casos confirmados de coronavirus, 12 personas se recuperaron de COVID-19 y 6 murieron por esta enfermedad que continúa sin cura.
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