El youtuber cubano Jancel Moreno salió a las calles de la ciudad de Matanzas en medio de la cuarentena por coronavirus en el país, para intentar abastecerse con perrito, picadillo y pollo, los platos fuertes más comunes en la mesa de los cubanos.
Su primer recorrido fue por las tiendas La Isla de Cuba y La República, que tenían en común las neveras de cárnicos completamente vacías –solo una tenía algunos paquetes de albóndigas a 5 CUC– y los anaqueles llenos de alcohol en todas sus variedades.
En La Isla de Cuba, el joven se sorprendió con el elevado precio de las legumbres: paquete de garbanzos a 5.70 CUC, de frijoles colorados a 4.50 y de lentejas a 4.80.
En la tienda San Luis, de la cadena Panamericana, el youtuber encontró trozos de bacon empaquetado a casi 6 CUC, jamón de pavo, bandejas de caracoles sin precio y tres rodajas de pescado por 4 CUC.
La cola en la tienda no era para ninguna de las ofertas de la nevera, sino solamente para comprar huevo, que está racionado a 10 unidades por persona. La venta de arroz también está limitada a 2 kg por persona, a 1.30 CUC.
En otras tiendas la situación era muy similar: neveras vacías o con productos dañados o a precios muy elevados para el bolsillo de la mayoría de los cubanos. En algunos establecimientos apenas había personal de servicio atendiendo.
Al final de su video, el youtuber dijo que hacer en Cuba la cuarentena recomendada para frenar el coronavirus era casi imposible, entre la escasez de productos de primera necesidad y el racionamiento en la venta, que te obliga a tener que salir cada dos o tres días a comprar más.
Las largas colas para comprar comida han sido identificadas en Cuba, incluso por el propio gobierno, como importantes focos para la propagación del coronavirus, debido a la concentración de personas y la cercanía entre ellas. Entre las medidas para contener la propagación en el país está la distancia de un metro que se debe mantener en las colas, pero que no se cumple a cabalidad.
También se ha anunciado un grupo de medidas dirigidas a regular la venta de productos liberados para evitar el acaparamiento y la concentración de personas durante la crisis del coronavirus. Algunos productos se han añadido a la libreta de abastecimiento, como una libra per cápita de pollo por cada consumidor y 10 onzas de chícharo, y en el resto de los establecimientos de venta de alimentos, se está regulando la cantidad por persona en función de la disponibilidad del establecimiento, lo cual queda a decisión administrativa.
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