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El pollo llegó este viernes a un centro comercial de Bejucal, en la provincia de Mayabeque, y los vendedores tiraron las postas de pollo congeladas contra el piso para separarlas, a pesar de que en estos tiempo de coronavirus se requiere mantener todo tipo de hábitos de higiene.
Así lo confirmó a CubaNet Yordania González, Rafael Álvarez, trabajador de la empresa CUPET de ese municipio que hacía la cola para comprar pollo en una TRD.
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“Las cajas de pollo llegan congeladas y para poder separarlas los dependientes las tiran contra el suelo de la calle; muchas veces se esparcen las postas en el mismo lugar donde hacen sus necesidades los animales", dijo.
"Sin contar la gran cantidad de personas que se reúnen a menos de un metro de distancia. Pero cuando hay hambre nada de eso importa, la gente lo que quieren es algo que cocinar”.
Incluso en las imágenes compartidas por el citado medio puede verse que esto sucede delante de policías, pero a nadie parece interesarle ni llamarle la atención.
No solo el tirar las cajas de pollo en medio de la calle, sino que tampoco la cola despierta la alarma de los policías, a pesar de que es una medida anunciada en estos días en la Isla la de mantener el distanciamiento social.
“El desabastecimiento y la escasez provocan interminables colas. La aglomeración de personas a poca distancia es letal en estos tiempos; por suerte hasta ahora no se han reportado casos de coronavirus aquí en Mayabeque, pero si esto sigue así solo será cuestión de días”, dijo a CubaNet Yordania González, una ama de casa que se encontraba en la fila para comprar pollo.
“Hacía más de siete días que los estantes estaban vacíos en las tiendas; si sacan perro caliente, hamburguesa, pollo o lo que sirva para llevar a la mesa, la cola se forma en cuestión de segundos porque el pueblo no tiene nada que comer. En estos tiempos meterse en uno de esos tumultos de personas es como jugar a la ruleta rusa; por eso prefiero mantener la distancia aunque no tenga mucho para comer”, aseguró un anciano del municipio, Juan Oliva.
El primer ministro cubano Manuel Marrero anunció que en el país iba a tener lugar un redoblamiento de la presencia policial y que se haría notar en centros comerciales y establecimientos que se consideren pertinentes, a fin de observar el cumplimiento de las medidas orientadas frente al brote de COVID-19.
“Le informamos a la población que es una medida normal, dirigida a preservar también la vida de las personas”, sostuvo.
También el propio gobernante Miguel Díaz-Canel pidió que se eviten las aglomeraciones, que se eliminen las actividades sociales y familiares, además de no salir de casa y ordenar las colas en el mercado "para que no haya menos de un metro de distancia entre personas".
"No pueden pasar cosas como las que sucedieron el fin de semana. Había gente en la calle de forma masiva, algunos hasta bailando. Había colas masivas sin guardar la distancia, había ventas masivas de cosas. Hay que ver todo lo que se puede vender con regulación de las colas. También hubo templos religiosos con mucha gente", dijo.
No obstante, en el país resulta difícil mantener una cuarentena, ya que no hay lugares lo suficientemente abastecidos para resguardarse con comida en casa.
Ayer, ante las colas en el mercado de Cuatro Caminos en La Habana, las autoridades pasaron con altoparlantes pidiendo evitar las aglomeraciones.
"No realicen actividades festivas o recreativas, recuerden que esta es una enfermedad que puede acabar con su vida", dijeron.
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