Muchos son los cubanos que ayudan en la confección de mascarillas ante la pandemia de coronavirus y la escasez de este producto para evitar mayor contagio de esta enfermedad que sigue sin cura.
Uno de ellos es Luis David Santiesteban de los Reyes, quien se sumó a las personas que dedican su tiempo a hacer estos nasobucos, vistos en las calles de la isla de distintas texturas.
"No los hago para vender, los obsequio a todos los que no tienen o solo tienen uno, es bueno tener varios para que puedan mantenerse luego de lavados el mayor tiempo posible al Sol", confiesa este habanero a la periodista oficialista Cáliz Moré Leal, quien compartió su historia en Facebook.
Este joven convirtió su peluquería "Papicarte" en San Miguel del Padrón en un pequeño taller para hacer mascarillas con la antigua máquina de coser de su mamá. Uno nunca sabe las vueltas que da la vida y cuándo puede hacer falta conocer algo, señala.
"La máquina la heredé de mamá, quien me enseñó a coser. No imaginé lo valioso y provechoso que me resultaría, en tiempos como el que estamos viviendo confecciono nasobucos, ayudo a proteger vidas y como no puedo ejercer como barbero, entonces aprovecho el tiempo como costurero", asegura este habanero.
En Cuba hay 350 casos confirmados con coronavirus hasta este lunes, de los que se recuperaron 18 personas y 9 lamentablemente fallecieron, según los datos actualizados por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
"Siempre hay algo que hacer, y este es tiempo de reinventarse en casa, donde debemos permanecer para más temprano que tarde, volvernos a abrazar", asegura este cubano.
El gesto de Luis David fue celebrado por muchos ciudadanos en las redes sociales.
"Eres lo máximo, David. ¡Aprendan hombres!", "bien por ti David, qué gran corazón. Hace falta más personas como tú" o "siempre ayudando a las personas, por eso Dios te da salud y mucha fuerza para seguir ayudando a los demás, guárdame el mío", son algunos de los comentarios.
Mascarillas para todos los gustos en Cuba
La matancera Wanda Hernández lleva años haciendo mascarillas de diseño en esa provincia, que ahora ofrece de manera gratuita a quienes más lo necesitan para evitar el contagio de esta enfermedad.
Para la confección de estos nasobucos recibe la ayuda de la estadounidense, Kin Christman, quien lleva tres años en la isla.
Sin embargo, la mayoría de los que se ven en las calles de Cuba son de confección casera tanto con sábanas, pañales, pullovers u otros materiales.
El uso de los nasobucos es obligatorio en Cuba, según el MINSAP. "Nadie está autorizado a violar normas sanitarias porque con ello propician la propagación de epidemias. Esto está previsto en el código penal de nuestro país", dijo el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda.
Algunos incluso han llegado a salir a la calle con una máscara antigás o una careta de buceo, ante la falta de mascarillas seguras ante el coronavirus.
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