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Cuatro de las nueve personas diagnosticadas con el nuevo coronavirus en la comunidad Camilo Cienfuegos, de Consolación del Sur, en Pinar del Río, han recibido el alta médica tras pasar la enfermedad.
Un reportaje de la TV cubana en esa localidad muestra el momento en que una mujer joven y un adolescente descendían de una ambulancia entre los aplausos de los vecinos. El tono triunfal de la noticia contrasta con el detalle del cubo plástico que el joven sostenía en su mano, sutil recordatorio de las carencias que deben afrontar quienes requieren ser ingresados en cualquier instalación del sistema de salud cubano.
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En la citada comunidad, tres edificios y dos barrios contiguos quedaron en régimen de aislamiento hace ya una semana. Fue allí donde se detectó el segundo evento de transmisión local en el país. Los 1.400 habitantes ya fueron pesquisados y hace seis días que no se confirman nuevos casos.
Un recorrido por la localidad muestra las calles vacías, con apenas algún transeúnte. En los bajos de uno de los edificios, unos pocos vecinos, todos con nasobuco, esperan su turno en una cola para comprar los pocos alimentos –tal vez arroz o azúcar– que un dependiente despacha en una mesa pequeña.
Según un reportaje de Juventud Rebelde, todos los días una veintena de trabajadores de la salud de la comunidad –seis médicos, siete enfermeras, dos estudiantes de medicina y tres licenciadas en rehabilitación, en Higiene y Epidemiología y en Farmacia–, visitan cada vivienda para detectar si hay alguien con síntomas, ocasión en que aprovechan para hablar a los residentes sobre las medidas de protección y la importancia mantener el distanciamiento.
Desde el 4 de abril, Salud Pública está aplicando a los vecinos de la comunidad el medicamento homeopático PrevengHo-vir, presuntamente indicado para prevenir la influenza y las enfermedades gripales porque “fortalece las defensas” del organismo, pese a que no existen bases científicas que demuestren la efectividad de este tipo de método.
No obstante, los especialistas admiten que dicho fármaco “no evita enfermarse con la COVID- 19”; de ahí la insistencia de las autoridades sanitarias de cumplir las medidas higiénicas indicadas y en la responsabilidad ciudadana.
Una fuente del Ministerio de Salud Pública aseguró días atrás que el brote en esa localidad se originó en una familia que regresó de un viaje a la ciudad mexicana de Cancún. Sus miembros, un niño de 13 años y sus padres, fueron diagnosticados con el virus tras presentar síntomas.
El primero de ellos en recibir el alta fue el padre, Michel Torres Díaz, de 39 años, tras permanecer 14 días ingresado en el hospital León Cuervo Rubio. Días después lo hicieron su esposa Tania y su hijo de 13 años.
Hasta este miércoles, se habían diagnosticado en Cuba 457 casos positivos de coronavirus. Actualmente en la isla hay 1.732 pacientes ingresados, 27 personas ya recibieron el alta médica y 12 murieron. Otros 9.414 ciudadanos son vigilados en sus casas desde la Atención Primaria de Salud.
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