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Cubano inventa equipo de ventilación artificial para centros de salud ante la crisis por el coronavirus

Una vez que el Ministerio de Salud Pública apruebe dicho equipo, este podrá ser usado por los centros de salud de la Isla.

 Yitzhak Molina Hidalgo-Gato © TV Yumurí
Yitzhak Molina Hidalgo-Gato Foto © TV Yumurí

Este artículo es de hace 3 años

El matancero Yitzhak Molina creó la maqueta de un equipo para la ventilación artificial que podría utilizarse en los centros de salud en medio de la crisis por coronavirus en la Isla.

“Este es un proyecto inicial de lo que puede ser un proyecto más profundo", explicó Yitzhak Molina al medio local TV Yumurí.

"Según vimos la necesidad que había de ventiladores mecánicos y respiradores mecánicos y otros tipos de sistemas de respiración me di a la tarea de empezar a diseñar uno que sirva para los lugares de atención primaria, consultorios médicos de la familia, los centros de aislamiento, ambulancias”, explicó.

Según asegura, este equipo "va a ser útil para los pacientes que pueden respirar por sí solos y que no haya necesidad de un sistema invasivo que necesite de presión para abrir los alveolos y generar una respiración artificial".

"En este caso tenemos dos electroválvulas, una que le lleva el oxígeno al paciente a través de la careta y la otra saca el CO2 del paciente”, añadió.

Una vez que el Ministerio de Salud Pública apruebe dicho equipo, este podrá ser usado por los centros de salud de la Isla.

Incluso su creador se ha brindado a contribuir con la reparación de estos equipos en los centros de salud de Matanzas.

Este jueves, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) comunicó que se registraron 48 casos nuevos de coronavirus en el país, lo que eleva el total de infectados a 862. Actualmente hay otras 5.960 personas que se vigilan en sus hogares desde la Atención Primaria de Salud.

En estos tiempos de coronavirus, varios son los inventos que han aflorado, no solo en Cuba sino en el mundo. Por ejemplo, un hombre en Italia dejó a todos boquiabiertos cuando se apareció en el mercado de Testaccio, en Roma, portando un extraño artilugio para mantener la distancia de seguridad recomendada para evitar el contagio del coronavirus.

El invento consiste en un gigantesco círculo de cartón colocado en la cintura para asegurarse de que nadie se podría acercar tanto a él como para ser afectado por estornudos o personas tosiendo a su alrededor.

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