El número de contagios por coronavirus en el hogar de ancianos No.3 de Santa Clara subió en los últimos días a 61, de los cuales 43 son residentes y 18 trabajadores.
Según una información de la Agencia Cubana de Noticias, en Villa Clara, una de las provincias más afectadas por la pandemia, las autoridades sanitarias mantienen una atención diferenciada sobre el asilo en cuestión, y sobre el municipio de Camajuaní, donde también se ha abierto un evento de transmisión local.
Uno de los ancianos de esta residencia que se infectó con coronavirus falleció esta semana. Su muerte fue reportada por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) el pasado miércoles 22 de abril.
Se trataba de un hombre de 86 años que padecía de hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca y enfermedad diverticular del colon. Tras ser diagnosticado fue ingresado en el Hospital Manuel Fajardo.
“En su tercer día en terapia intensiva, se mantenía con ventilación mecánica, distress respiratorio agudo, inestable hemodinámicamente, acidosis metabólica. Los rayos X de tórax mostraban infiltrado intersticial que abarcaba todo el hemitórax izquierdo y el vértice del pulmón derecho. Presentó empeoramiento clínico, hipotermia, choque séptico con disfunción múltiple de órganos (respiratoria, cardiovascular y renal)”, detalló el MINSAP en su comunicado.
Por otra parte, aquellos abuelitos de la instalación que dieron negativo en los test de coronavirus —79 en total—, fueron trasladados a la Escuela Regional para Niños con Limitaciones Físico Motoras Marta Abreu, de la provincia villaclareña, donde permanecen aislados.
Mientras, los ancianos que dieron positivo, la mayoría de los cuales es mayor de 75 años, reciben atención en el hospital Comandante Manuel Fajardo y el Celestino Hernández Robau. Allí se les suministró kaletra, un medicamento antirretroviral, además de cloroquina e interferón, así como un tratamiento para prevenir los tromboembolismos, frecuentes en enfermos de la tercera edad.
El brote de coronavirus en el hogar de ancianos, situado en la carretera de Sakenaf, a un costado de escuela de Medicina de la provincia, se dio a conocer el pasado 16 de abril.
En ese momento había ya 17 personas infectadas, 10 de ellas con edades de entre 68 y 87 años. Hoy por hoy constituye el evento de transmisión local más grande del país.
Las autoridades gubernamentales procuraron delimitar el origen del contagio, pero no se logró esclarecer ese aspecto, debido a que, según el personal sanitario a cargo, la gran mayoría de los abuelos afectados no posee condiciones mentales que les permita cooperar con la investigación.
Con el paso de los días los casos confirmados con la COVID-19 han aumentado.
El 19 de abril el número de contagiados en el centro de atención subió a 57, de los cuales 43 son residentes de entre 68 y 88 años.
Para entonces ya se había confirmado una muerte, además de que otra octogenaria estaba grave.
La fallecida, de 88 años, tenía antecedentes de cardiopatía isquémica, diabetes mellitus y obesidad. Al momento de hacerse del diagnóstico se encontraba asintomática y fue internada en el Hospital Manuel Fajardo, con evolución favorable. Sin embargo, luego empeoró y murió.
“Estaba inicialmente asintomática y de una forma brusca, a partir de la tarde del 18 de abril, empezó a tener una serie de manifestaciones de agravamiento de la enfermedad y falleció con diagnóstico de tromboembolismo pulmonar como la causa de la muerte”, dijo en conferencia de prensa el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología, al describir el caso.
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