Pacientes recuperados del coronavirus en Cienfuegos donaron plasma para tratar a enfermos que se encuentran graves o en estado crítico a causa de la enfermedad.
El especialista del Banco de Sangre en Cienfuegos, Pedro Sánchez Frenes, explicó a los donantes que su sangre se iba a utilizar para los pacientes que se reportan como críticos y así hacerle "una transferencia pasiva de los anticuerpos a los enfermos".
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Uno de los donantes fue identificado como Darvis Mora, quien explicó a la televisión cubana que le lleva a realizar este gesto. "Ese anticuerpo nos ayudaba a combatir la enfermedad, que también ha golpeado a otras personas. No es más que darle a otras pacientes la oportunidad que tuve yo", explicó.
El doctor Oscar Martínez Cruz, director del centro provincial, recordó que se trata de un procedimiento para aumentar la defensa de los pacientes. "Cada semana aproximadamente se recogen 200 o 300 litros", aeguró.
Uno de los nombres propios de estas donaciones es el joven Henry Shorex, quien el pasado 24 de marzo donó por segunda vez su plasma inmunizado para tratar a los pacientes que están afectados de gravedad por la COVID-19.
Este ciudadano de La Habana ya realizó una primera donación dos días antes después de recuperarse del coronavirus e hizo un llamamiento para sumarse a esta iniciativa.
El pasado 23 de marzo un matrimonio pinareño también donó plasma. Estos ciudadanos responden a los nombres de Juan Carlos y Yunaisy, quienes acudieron al Banco Provincial de Sangre de Pinar del Río a realizar la donación.
Un día antes una joven cubana residente en Ciego de Ávila también llevó a cabo un gesto similar después de ser una de las primeras personas que se recuperaron del coronavirus en esa provincia.
El uso de plasma se trata de una de las terapias para combatir la COVID-19 y "forma parte del arsenal terapéutico que existe en Cuba", según explicó Ricardo Pereda González, coordinador del grupo de expertos del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
Para donar se tiene que haber superado sin complicaciones el virus y, además, tener una edad que oscila entre los 18 y 60 años.
La transfusión directa de plasma sanguíneo de personas recuperadas del coronavirus ya está en marcha en algunos países como Estados Unidos y España.
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