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El presidente norteamericano Donald Trump aseguró este lunes que no planea cambiar la fecha de las próximas elecciones presidenciales del 3 de noviembre debido a la pandemia de coronavirus que se ha cobrado ya más de 56,000 víctimas en ese país.
“Nunca pensé en cambiar la fecha de las elecciones. ¿Por qué haría eso? El 3 de noviembre es un buen número”, dijo Trump a los periodistas en su conferencia de prensa en la Casa Blanca.
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El exvicepresidente de Estados Unidos y candidato demócrata Joe Biden aseguró el jueves pasado que Trump intentaría retrasar las elecciones presidenciales de noviembre.
“Graben mis palabras: creo que va a tratar de retrasar las elecciones de alguna manera, va a llegar a una explicación de por qué no se pueden celebrar”, dijo Biden en una recaudación de fondos virtual. Biden ha mantenido que las elecciones de noviembre no deberían posponerse y anteriormente ha hecho comentarios similares.
“Espero con ansias esa elección y ese comentario no lo hizo él, sino algunas de las muchas personas que están trabajando escribiendo pequeños segmentos. Veo que todas las declaraciones temporales se tuercen, una vez que convirtieron a Joe Biden en Sleepy Joe", dijo Trump.
"Hágale saber que no estoy pensando en eso en absoluto. En lo absoluto", agregó Trump.
El presidente no puede cambiar unilateralmente la fecha de las próximas elecciones, ya que ésta ha sido promulgada por ley federal y el Congreso tendría que aprobar dicha medida.
Mientras tanto, el Congreso de los EE.UU., que ha estado en receso durante las últimas semanas, volverá a sesionar la próxima semana a pesar de las preocupaciones por el coronavirus, anunciaron por separado las cámaras inferior y superior.
“Los senadores regresarán a Washington DC dentro de una semana. Modificaremos las rutinas de manera inteligente y segura, pero honraremos nuestro deber constitucional con el pueblo estadounidense y realizaremos negocios críticos en persona”, dijo el senador republicano Addison Mitchell McConnell en un comunicado.
La medida se produce luego que muchos demócratas han instado a los líderes a realizar cambios para que el Congreso pueda operar virtualmente sin que los legisladores y el personal se reúnan en persona y puedan correr el riesgo de contagio.
Al menos seis miembros del Congreso han dado positivo por el coronavirus, así como un puñado de personal y casi una docena de trabajadores de la construcción que están renovando uno de los edificios de oficinas de la Cámara.
El Senado estadounidense aprobó de manera unánime la semana pasada un paquete de $484 mil millones de dólares dirigido al rescate de las pequeñas y medianas empresas privadas, y a respaldar los tratamientos de salud por el coronavirus.
La propuesta, impulsada por el presidente Donald Trump, fue aprobada a viva voz en un salón casi vacío, y representa un histórico acuerdo en fecha récord entre republicanos y demócratas.
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