La televisión cubana continúa su campaña mediática contra las personas que supuestamente no cumplen las medidas impuestas por las autoridades para frenar la propagación del coronavirus, mientras en las redes sociales abundan las denuncias de abusos y actuaciones extremas por parte de los agentes del orden.
Esta semana el programa Hacemos Cuba transmitió el juicio al que fue sometido un joven cuentapropista, quien fue acusado de los delitos de propagación de epidemia y resistencia, por andar sin nasobuco por la calle y resistirse al arresto policial.
El espacio difundió los momentos más importantes de la vista oral, con la particularidad de que el rostro del imputado no se mostró en ningún momento.
Según relató el oficial de policía que lo detuvo, él detectó que el muchacho no llevaba la mascarilla protectora y este, al percatarse de su presencia, solo atinó a echarse el pullover hacia arriba.
“Me pongo frente a él, le pido los documentos, pero él seguía caminando. Da unos pasos, sigue, apresuró más el paso cerca de cinco o seis metros. Empezó a tirar manotazos como para soltarse, tira la mano para atrás, se engancha de una cerca y no se zafaba. Luego de zafarlo, la compañera mía abre el carro, lo introduzco dentro del vehículo y es donde logro ponerle las esposas, delante”, detalló.
Más adelante, el agente recordó que se comportó correctamente durante todo el tiempo, y que fue el acusado quien se transformó porque estaba consciente de que había actuado mal.
“Él sabía todo lo que está pasando en este momento en el país con respecto a la pandemia, él sabía que iba a ser trasladado a la estación de policía”, precisó.
Por su parte, el muchacho declaró que estaba en casa de su tío, donde lavó el nasobuco, y salió solo un momento a botar la basura y a comprar cigarros.
“En ningún momento me resistí, yo hablé con él y él fue quien me agredió a mí, me puso la primera esposa y me empujó. Yo nunca llegué a ninguna cerca; después me llevaron para el policlínico y de ahí a la estación de policía”, dijo.
A una pregunta de la representante fiscal, reiteró:
“No me pidió identificación. El oficial me preguntó por qué no llevaba nasobuco, le dije que se me había olvidado y que llevaba el pulóver así”.
Finalmente, y a pesar de que el joven no tiene antecedentes penales, el tribunal “teniendo en cuenta la peligrosidad social de la actitud del joven”, lo condenó a un año de privación de libertad, sustituido por trabajo correccional con internamiento durante el mismo periodo.
“En las circunstancias actuales no solo puso en peligro la salud colectiva sino también la de sus familiares, amigos, vecinos, también irrespetó a la autoridad policial, concurriendo la circunstancia agravante por cometerse el hecho en el escenario actual de la pandemia”, dijo la jueza.
De acuerdo con la sentencia, el acusado fue sancionado a ocho meses de prisión por el delito de propagación de epidemia, y a otros 10 meses por el cargo de resistencia a la autoridad. Al aplicársele una sanción conjunta, el resultado final fue de un año de privación de libertad.
En la misma emisión de Hacemos Cuba se informó que un total de 506 personas han sido sancionadas por diversos delitos durante la pandemia del coronavirus.
Otto Molina Rodríguez, presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo Popular, reveló que de esa cifra, 503 ciudadanos respondieron por hechos delictivos relacionados con “la propagación de epidemia, desobediencia, resistencia, desacato y acaparamiento”, entre otros.
Hasta el momento se han efectuado 418 vistas orales; la Fiscalía de Villa Clara en concreto ha tramitado 31 de esos procesos.
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