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El uso de la mascarilla es una de las medidas para enfrentar el coronavirus más extendida por el mundo. En muchas ciudades los precios de los nasobucos se dispararon al inicio de la crisis, a pesar de que no es de uso obligatorio en todos los lugares.
Las diferentes posturas de la comunidad mundial sobre el empleo del nasobuco causó muchas dudas en la ciudadanía. ¿Cómo deben ser las mascarillas? ¿Sirven en realidad las de tela? ¿Cuándo debo usarlas y cuándo no?
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomendó inicialmente el uso generalizado de las mascarillas, incluso llegó a anunciar que las de uso clínico estaban en déficit en el planeta por lo que aconsejaban que se dejaran solo para profesionales de la salud.
Según avanzó la crisis varios gobiernos e instituciones científicas defendieron el uso de la mascarilla como una medida preventiva, hasta consensuar la importancia de su empleo.
Hoy llevar mascarillas es obligatorio en distintas ciudades del mundo, entre ellas en La Habana.
El uso de la mascarilla no está planteado para protegerse uno mismo, sino para evitar la transmisión a otras personas del virus por parte de individuos que se encuentran asintomáticos, pero son enfermos de COVID-19.
Por esta razón autoridades sanitarias de diferentes países recomiendan de forma extendida el uso de nasobucos en el espacio público y algunos inclusos proponen que quienes puedan lo lleven también en casa.
En España, por ejemplo, se recomienda a la población el uso de mascarillas higiénicas (no quirúrgicas o médicas) para viajar en transporte público y para ir de compras al mercado.
Su uso se debe acompañar de otras medidas higiénicas y preventivas, como el lavado de las manos con agua y jabón, y la distancia superior a 1 metro entre las personas, por ejemplo.
Existen distintos modelos de mascarillas y como es de imaginar su diseño protege más o menos frente a este nuevo coronavirus.
Las mascarillas higiénicas son las más sencillas. Se emplean preventivamente por la población sana. Suelen ser desechables, aunque también las hay reutilizables. Se pueden adquirir en farmacias y recientemente también en muchos supermercados del mundo.
Las mascarillas quirúrgicas son productos sanitarios y como tal cumplen determinados requisitos técnicos. Son las más adecuadas para personas enfermas con sintomatología visible y desde luego las indicadas para profesionales de la salud o sociosanitarios. Suelen tener 3 capas.
Las mascarillas autofiltrantes por su parte son de alta protección. Se conocen 2 particularmente las FFP2 que emplea el personal sanitario que atienda a casos de infección por coronavirus; y las FFP3 que se reservan para personal sanitario implicado en procedimientos con uso de aerosoles. También se les conoce con el nombre N95 (nomenclatura americana), KN95 (nomenclatura china) o KF94 (nomenclatura coreana).
Las mascarillas o nasobucos caseros son los de uso más extendido en Cuba. Al inicio de la epidemia el gobierno cubano informó que no tenía recursos para distribuir ni vender suficientes mascarillas para la población.
Comenzaron a impulsar entonces el uso de mascarillas o nasobucos de tela y se dieron indicaciones para la elaboración de estos accesorios por la población.
Todo el mundo sacó sus retazos de tela y surgieron incluso emprendedores que comenzaron a hacer su propia línea de mascarillas. Sin embargo, persiste la duda sobre si son, o no, realmente efectivas.
Médicos cubanos que han utilizado mascarillas quirúrgicas hechas de tela durante muchas epidemias y aseguran que son un recurso eficaz si se emplean adecuadamente.
No se deben usar por períodos superior a 3 horas. Al terminar de utilizarlas se deben lavar con agua y jabón y de ser posible hervirlas, para que se esterilicen. Se recomienda plancharlas con alta temperatura.
Esto implica que cada persona deba tener más de un nasobuco disponible, de lo contrario es difícil que se pueda hacer un uso adecuado de este producto o accesorio.
Otro requisito importante es evitar tocarla con las manos mientras se lleva puesta. Así que cuando veas a alguien con la mascarilla colgando que se la sube y baja continuamente, piensa que no es de fiar su actitud.
Toda persona que considere que puede estar infectado de coronavirus debería usar una mascarilla, para proteger a las personas a su alrededor. Teniendo en cuenta la cantidad de pacientes asintomáticos detectados en Cuba, todos deberíamos llevar nasobuco y llevarlo con los cuidados que merece.
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