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La pinera Celia Pantoja Arrechea regala botellas con jugos naturales y bolsas con tostadas de pan a familias pobres de Sierra Caballos, en la Isla de la Juventud, en medio de la crisis del coronavirus.
Podemos compartir lo que tenemos y hacerle la vida más grata a los niños, a los otros vecinos y a uno mismo, porque hace muy feliz sentirse útil, comentó al periódico local Victoria la vecina pinera.
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Los niños de Sierra Caballos fueron los más agradecidos con el gesto de Pantoja Arrechea, quien dijo que continuará con estas contribuciones porque "la solidaridad es algo que no puede faltar".
Sierra Caballos, junto al río Las Casas y con una tradición fundamentalmente pesquera, tiene una población de seis mil habitantes, según datos estadísticos del gobierno pinero.
La zona padece problemas socioeconómicos y la mala gestión de las autoridades locales, que siguen sin solucionar los problemas derivados de calles están sin asfaltar, escasez de agua potable y la distancia a la mayoría de los servicios básicos se encuentran en el centro de la ciudad de Nueva Gerona, según quejas de varios vecinos.
Los gestos de solidaridad en tiempos de coronavirus afloran en diferentes territorios de Cuba. En Placetas, Villa Clara, una parroquia reparte comida todos los días a quienes lo necesiten, mientras que voluntarios de Cáritas Habana entregan comida, medicina y ayuda psicológica a ancianos, minusválidos y pobres.
Al inicio de la pandemia uno de los gestos más significativos fue el de varias personas confeccionando nasobucos de tela para repartir entre los vecinos. Se vio a miembros de diferentes familias en esta tarea para contribuir a evitar la propagación del COVID-19.
En la Isla de la Juventud llegó a decretarse cuarentena en cuatro áreas diferentes, pero este fin de semana se relajaron las medidas en dos Consejos Populares (Pueblo Nuevo y Abel Santamaría), con lo cual los vecinos pueden salir a comprar alimentos y otros productos de primera necesidad.
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