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La Habana (Reuters) - Con sus tradicionales trajes típicos de la época colonial y coreando canciones sobre el maní tostado, la vendedora callejera Lyssett Pérez se había convertido en una leyenda viviente en La Habana, rodeada de antiguas fortalezas, plazas e iglesias de siglos pasados.
Pero ahora, con los turistas ausentes de Cuba en medio de la pandemia de coronavirus, la mujer se queda en casa o se coloca una máscara para ir a vender sus productos a los cubanos que hacen fila en las afueras de las tiendas a medida que crece la escasez.
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"Mi pregonar es mi vida y lo extraño mucho. El otro día llegué a la plaza, miré a mi alrededor como una especie de travesura y podría jurar en mi mente que estaba la plaza llena de gente", dijo Pérez.
Ella es parte de una multitud de vendedoras ambulantes o artistas callejeros que dan vida al centro histórico de La Habana en busca de los dólares que los turistas dejan como propinas. Ahora han tenido que guardar sus atractivos vestidos para mejores días.
"He tenido que vender algunos de mis artículos para sobrevivir, como el equipo musical o unos buenos zapatos", dijo por su parte Carlos Sánchez, quien solía ganarse la vida en las calles adoquinadas interpretando sones clásicos cubanos con su trompeta y el traje típico de la época colonial.
El turismo es considerado el motor económico de Cuba, a donde llegaron en 2019 un total de 4,2 millones de visitantes, según cifras oficiales.
Roberto González es otro reconocido artista que suele vestir de gala para fotos y mini "shows", como uno que ha preparado con sus perros que rechinan los dientes cuando se menciona al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
González dijo que sus perros están muy estresados por la falta de interacción y las medidas de confinamiento decretadas por el gobierno para frenar la expansión del virus. "Los he tenido que estar llevando al veterinario. Espero que todo esto se mejore y que pronto salgamos de todo", señaló.
Según el último reporte sanitario, Cuba parece haber contenido el virus con la disminución del número de casos a menos de 20 diarios desde un pico de unos 50 casos en abril, llevando un acumulado total de 1.900 pacientes diagnosticados con la enfermedad. La isla ha reportado 79 muertes.
Sin embargo, el gobierno cubano no ha adelantado ningún plan de reapertura, con sus fronteras cerradas al turismo desde marzo.
(Reporte de Reuters TV. Escrito por Nelson Acosta, editado por Javier Leira)
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