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Un equipo de epidemiólogos, modeladores matemáticos, geógrafos y otros especialistas de Cuba que estudian el comportamiento del coronavirus, aseguran que el país está entrando en lo que se denomina fase de endemia, un período en el que la población debe aprender a convivir con la enfermedad.
“Por el comportamiento de los últimos días podemos hablar de una tendencia a un control de la enfermedad. Esto se refleja tanto en los casos activos como en los reportes diarios. Este control significa que el sistema de salud puede soportar lo que viene a futuro, que es la endemia”, dijo al portal oficialista Cubadebate el doctor Pedro Más Bermejo, vicepresidente de la Sociedad Cubana de Higiene y Epidemiología.
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La endemia es el término que se utiliza para expresar la presencia habitual de una enfermedad o en una determinada zona geográfica o grupo de población, que a menudo ocurre en ciclos.
Cuba reporta hasta el momento 1.963 casos de coronavirus, de los cuales 82 han fallecido. En opinión de Armando H Seuc, doctor en ciencias matemáticas de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, en países donde también el pico epidemiológico ocurrió hace más de dos semanas y la curva de contagios se mantiene a la baja, los rebrotes del virus no alcanzan las mismas cifras que antes.
“No es para confiarnos, pero cuando un país continúa bajando la curva de esta manera es muy difícil que se revierta la tendencia. Habría que desmontar todas las medidas tomadas para que se nos fuera de las manos (...)”, recalcó.
“Hoy no llegamos por suerte a los 2.000 casos reportados. Si tenemos en cuenta además que el pico de casos activos fue de 849, denotamos que tenemos aún una población susceptible muy grande; por lo que tener entre 10 y 20 casos diarios aunque no lo queramos, es un comportamiento que pudiéramos decir habitual”, precisó.
“Cierto grado de población va a estar enferma durante un tiempo largo, por eso es que se denomina endemia”, acotó.
Los expertos explicaron que a partir de este momento es necesario un riguroso proceso de flexibilización de las medidas de aislamiento, teniendo en cuenta las características de cada lugar.
“Las medidas de relajamiento deben ser bien pensadas y con indicadores que permitan evaluar lo que se hace por territorios”, subrayó Pedro Más.
A juicio del especialista, varios países han levantado las medidas de confinamiento por las presiones de la población para reabrir la actividad económica, lo cual ha sido un error.
LA HABANA, EPICENTRO Y COLA DE LA PANDEMIA
Cuba trabaja con tres grandes grupos de modelos que estiman y predicen cuántas personas pueden llegar a enfermarse o la cifra de infectados que aparecerán cada día, reveló el doctor Raúl Guinovart, decano de la Facultad de Matemática de la Universidad de La Habana.
“Todos estos modelos siempre dieron un escenario más complicado que la curva de datos informados reales. Eso es bueno, porque significa que el desempeño de la epidemia el país ha estado controlado (…). Los pronósticos del pico eran a mediados de mayo y ocurrió el 25 de abril”, señaló.
Los modelos matemáticos muestran que La Habana es el epicentro del coronavirus en la pandemia en la isla y al parecer será también “la cola de la pandemia”, algo que se esperaba debido a su condición de capital y de ciudad más poblada. Incluso su pico de contagios fue diferente al del resto del país.
“La proyección es que para el día 80 (30 de mayo) el país esté en endemia, pero La Habana se mantendrá reportando activos hasta los 120 días (10 de julio). Luego del día 80 la ciudad es la que va a cerrar la epidemia. El cálculo es que para el 15 de junio tengamos muy pocos casos”, añadió.
PRIMER REBROTE DE CORONAVIRUS: EN NOVIEMBRE
Según los catedráticos cubanos, si tras comenzar a reactivarse las primeras actividades económicas el país logra mantener la situación de endemia, el primer rebrote de la enfermedad debe suceder a mediados de noviembre.
Los pronósticos indican que habrá un 70 por ciento de la población susceptible al virus a lo largo del tiempo y un 0,4 por ciento de personas con la enfermedad.
“… Al inicio de la enfermedad la curva crecía entre susceptibles y enfermos; luego va disminuyendo hasta casi cero el número de infectados como nos pasa ahora, al lograrse controlar la enfermedad, pero luego habrá un rebrote con un pico más discreto debido a que queda una población susceptible muy grande. Más adelante la curva vuelve a decrecer y luego seguiría al infinito a menos que cambien las condiciones actuales (que todo el mundo se contagie o surja una vacuna)”, expuso el profesor Guinovart.
“Bajo estos supuestos, si se mantiene la endemia, el primer rebrote debe ocurrir a mediados de noviembre, lográndose estabilizar a lo largo del tiempo, al igual que ocurre con los susceptibles”, agregó.
Según el epidemiólogo Más Bermejo, cuando ocurra este fenómeno las cifras de contagio serán inferiores al brote actual, sin embargo, no se debe subestimar la presencia del virus.
“Para el primer rebrote se estiman unos 285 casos activos y por tanto habrá que tener listos un grupo de recursos para ese momento. Se impone mucha más organización en el futuro, sobre todo porque estas actividades que realizamos a nivel central, en algún momento se tendrán que descentralizar y cada provincia deberá aprender los protocolos de tratamiento y aplicarlos de manera eficiente aunque nunca haya atendido un caso con la COVID-19”, dijo.
Un aspecto de particular riesgo es la apertura de la entrada de vuelos internacionales al territorio.
“Aunque ahora tenemos controlada la epidemia, cuando comiencen a llegar más personas de los Estados Unidos por ejemplo, que es donde tenemos la comunidad de cubanos en el exterior más numerosa, la situación será más compleja. Lo importante en esta nueva fase es utilizar todas las herramientas tecnológicas que se han desarrollado y darle un seguimiento a los nuevos casos positivos y sus contactos. Una endemia como esta impone trabajarla de forma muy fina y precisa. Sentir que cada nuevo caso es como si tuviéramos mil”, concluyó.
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