Luego del inicio del período lluvioso en mayo, tradicionalmente el mes de junio trae a la provincia de Santiago de Cuba un incremento en el número de focos del mosquito Aedes Aegypti y también las cifras más altas de enfermos con las arbovirosis, especialmente con dengue.
Autoridades gubernamentales y sanitarias de la provincia tienen más temor este año a las complicaciones del dengue a partir del mes de junio, pues reconocen que se concentraron más en manejar la COVID-19 que en eliminar focos de mosquitos o prevenir el alza de enfermos con ese peligroso y mortal virus.
Por esa razón ahora mismo se intensifican todas las acciones de prevención, eliminación de vectores, vertederos y salideros en las calles, y divulgación entre la población de las medidas, con el objetivo de “ponerse al día” con las asignaturas pendientes que han dejado la provincia muy vulnerable a las arbovirosis, especialmente al dengue serotipo uno.
“La Habana en la lucha contra la COVID-19 nos ha dejado la lección de que tenemos que tener cuidado pues ante cualquier descuido aparecen nuevos casos de coronavirus, y si ahora entramos en la etapa más crítica del manejo del dengue en la ciudad, no podemos permitir que se nos unan ambas enfermedades pues los resultados serían letales. Sin olvidar, además, que la experiencia nos dice que cuando pasa un ciclón trastoca todo el trabajo epidemiológico, y ya se anunció que será una temporada ciclónica muy activa. Entonces, todo eso nos hace temer serias complicaciones en la ciudad, unido al descuido del trabajo antivectorial por concentrarnos más en eliminar el coronavirus en la provincia”, señala un galeno.
El doctor Guillermo Mora, director provincial de Salud Pública, en una comparecencia televisiva dijo: “el área de las Américas está muy complicada con el tema de las arbovirosis y tenemos los cuatro tipo circulando el dengue, el zika, el chikunguya y fiebre amarilla, ¿por qué? Porque nos hemos dedicado a la pandemia, al tema del coronavirus, y prácticamente hemos obviado a este enemigo que es tan peligroso y mata: el dengue. (…) El dengue que nos circuló el año pasado nos dejó un saldo bastante amargo”.
En el caso de la ciudad de Santiago de Cuba, la parte más céntrica es tradicionalmente de las más golpeada por esta enfermedad, mientras que los municipios Palma Soriano, San Luis y Contramaestre, son los de mayor riesgo.
Con instituciones de la salud dedicadas completamente a los casos positivos o sospechosos de COVID-19 , o en parte para pacientes con enfermedades respiratorias agudas, medidas que tensan la disponibilidad de camas para atender otras patologías como el dengue, será un soplo de aire fresco la futura incorporación al sistema del Hospital de Campaña ubicado en la localidad de Veguita, El Caney.
Actualmente se prueban sistemas de abasto de agua y otros, a la vez que las autoridades gubernamentales dan luz verde a priorizar todo lo que haga falta para su apertura definitiva, ya que aportará 300 camas ante contingencias epidemiológicas o no, como son el dengue o el cólera, que requieran de hospitalización masiva.
Paralelamente, en la rutina de aislamiento social de la población está el limitar el acceso de las personas, sea quien sea, al interior del hogar. Algunos, incluso, han colocado en sus viviendas carteles donde solicitan que absolutamente nadie entre.
“A mi casa no entra nadie mientras no me digan que todo vuelve a la normalidad. Ni el médico de la pesquisa entra, lo atiendo afuera. Tengo mis pomos con agua, agua jabonosa y con cloro para el que llega al portal. Tampoco entrará el de la Campaña, ni a fumigar ni nada. Si algo he aprendido en estos días es que una buena parte de los virus respiratorios etc., que uno coge depende de quien entra a tu casa o de quien se relacione contigo, así se ha insistido y así lo hago. Haré autofocal, revisaré, limpiaré los tanques, lo que sea, pero nada de gente dentro”, insiste una santiaguera ama de casa.
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