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El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel aseguró que la pandemia del coronavirus en la isla estaba “bajo control”, después de una semana sin que las autoridades reportaran fallecidos por la COVID-19 aunque con un repunte en el número de casos.
“Llevamos una semana sin muertes, lo que va significando que la pandemia está bajo control”, afirmó en una reunión el sábado con varios funcionarios sobre el tema.
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Este sábado se registraron 40 nuevos casos, un aumento respecto a fechas anteriores, lo que eleva el total de infectados a 2 173, si bien el número de muertes se mantuvo en 83.
Según Díaz-Canel, “se van consolidando los resultados con el aporte del sistema de Salud, de los protocolos que se han estado implementando de atención a pacientes, sobre todo graves y críticos; y también con el aporte de los científicos y con la aplicación de un grupo de medicamentos. Nosotros vamos disminuyendo, a lo que es casi imposible, las afectaciones en pacientes críticos y graves”.
De igual modo, sostuvo que “prácticamente en la semana nos hemos mantenido con tres pacientes graves, solo un día hubo uno crítico que después mejoró, por lo tanto, no hemos tenido que lamentar muertes”.
Díaz-Canel calificó de “precisa, oportuna y transparente” la información que se estaba brindando por los canales oficialistas a los cubanos sobre el estado de la pandemia en el país. Sin embargo, pese a haber dicho que la enfermedad estaba controlada, advirtió que, con el repunte del sábado, la isla dilataría más su entrada a la etapa de recuperación.
El gobernante señaló que a las cifras recientes se había incorporado las personas infectadas que viajaban a bordo de una embarcación procedente de México, cuyos tripulantes residían en varias provincias del país y fueron ingresados en el hospital “Mario Muñoz”, de Matanzas.
En cuanto a la supuesta recuperación, el mandatario expuso que ya la cúpula castrista ha estado tomando un grupo de decisiones y análisis. La semana que viene, precisó, “podemos estar informando a la población de cómo estaríamos entrando en esa etapa y en qué momento aproximadamente lo podríamos hacer”, indican medios oficialistas.
Más adelante, destacó el rol represivo de las fuerzas del Ministerio del Interior en torno al manejo de la pandemia. “Hay que reconocer en este momento el aporte que las fuerzas del orden interior han estado dando y cómo han estado contribuyendo de manera eficiente en el control de la pandemia”, dijo.
Hace unos días, el líder comunista aseveraba que el país no iba a entrar en la etapa de recuperación del coronavirus “hasta que no estemos bien seguros de que hay un control exacto de la epidemia” y adelantó que, en las primeras fases de tal periodo, se seguiría exigiendo a la población el aislamiento social y físico, aunque fuese a una menor escala y en determinados escenarios.
Entonces se refirió particularmente a la situación de la provincia de La Habana y al evento de trasmisión epidemiológica en el mercado La Época, en el municipio de Centro Habana, que luego se expandiría al laboratorio de medicamentos AICA, también en la capital, y a la Empresa Nacional de Transporte del Ministerio del Comercio Interior.
“Los dos últimos días han sido los peores de los últimos 21, tanto para La Habana como para el país. El comportamiento que se ha venido manifestando casi nos va diciendo que es la provincia habanera donde en estos momentos van quedando la cola y el epicentro de la pandemia”, precisó.
Aunque las cifras oficiales indican un control, algunos expertos pronostican un primer rebrote de la enfermedad para mediados de noviembre. La economía del régimen se ha visto seriamente afectada por la crisis internacional del coronavirus, fundamentalmente por la reducción drástica del turismo internacional, una de las principales fuentes de ingreso en el archipiélago.
Este domingo, el Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) informó que en las últimas 24 horas ser habían detectado 18 nuevos contagios de coronavirus, lo cual elevaba la cifra de enfermos a 2191, mientras que las aglomeraciones públicas se siguen reportando a lo largo del territorio, donde las personas tienen que vencer el hambre y la escasez.
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