Mientras la mayoría de las provincias cubanas entraban este jueves en la primera fase de reapertura tras la pandemia del coronavirus, en La Habana, donde no se han levantado las restricciones, más de un centenar de personas tomaron la calle San Rafael en protesta por la corrupción en un establecimiento donde se vendía pollo y picadillo.
De acuerdo con el testimonio de un lector de CiberCuba, el administrador del establecimiento había informado que solo se venderían 37 cajas de pollo y un número similar de tubos de picadillo.
Sin embargo, las personas formadas se indignaron cuando un vecino que vive detrás de la tienda denunció que, por la calle del fondo, un carro se encontraba cargando la mercancía que debía ser destinada a la venta.
"Todo el mundo fue para allá a formar lío, pararon la cola, y el almacenero y las personas de la tienda todos fueron para allá", detalló nuestro colaborador.
La situación fue escalando grados de descontento social hasta que finalmente llegó la Policía y se llevaron al almacenero, comentó la persona que envía la denuncia, la cual pide no ser identificada, pero envía videos y fotos que avalan su testimonio.
Ante la amenaza de paralizar la venta de los productos por el incidente, las personas se negaron a abandonar la cola y exigieron que les vendieran los cárnicos.
"Ellos decían que no tenían culpa y que era la comida de sus hijos", argumentó.
La crisis de abasto de alimentos en Cuba ha alcanzado límites desesperantes durante la pandemia del coronavirus. Otra denuncia de Facebook da cuenta de una situación similar en El Vedado, aún cuando no se ha aprobado la vuelta a la normalidad en la capital cubana, epicentro actual de la pandemia en la Isla.
"Cientos de habaneros salieron hoy en la Primera Fase para buscar comida. Las colas eran interminables durante horas", denunció el usuario de la red social, Pedro Luis García.
En medio del confinamiento obligatorio para detener el avance de la enfermedad, decenas de familias debieron romper las medidas sanitarias y salir a hacer interminables colas para conseguir alimentos.
La escasez se ha hecho más visible desde marzo, cuando la pandemia llegó a Cuba, pero ya en enero la crisis de productos de aseo obligaba a los cubanos a inventar jabones de sosa cáustica.
Actualmente el reto está en conseguir pollo y otros alimentos, para lo cual se hacen colas interminables que pueden durar hasta 3 horas.
Recientemente la actriz y activista independiente cubana Lynn Cruz denunció la tragedia cotidiana de las colas en La Habana, donde dieron 100 turnos pero solo había 80 porciones de pollo y además un custodio vendía los puestos.
La semana pasada el municipio holguinero de Moa fue objeto de una de las mayores protestas sociales cuando personas que llevaban más de 24 horas marcando en una cola para comprar aseo personal se enfadaron porque, al abrir el establecimiento, en lugar de vender los productos esperados el local comercial sacó a la venta confituras.
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