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El cinco por ciento de las viviendas de Cuba está en peligro de derrumbe y casi la mitad necesita reparación, según el segundo informe social del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), que valora los datos obtenidos en su encuesta como la negación de "una Cuba paradisíaca ofrecida por el gobierno".
El 26% de las viviendas está en buen estado, según las conclusiones del Segundo Informe sobre Derechos Sociales, del OCDH; mientras que el 22% de las viviendas está siendo reparado o habría sido restaurada recientemente.
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"Al menos más 120 mil casas tienen pisos de tierra, que es una imagen bastante asociada con la pobreza y el abandono, especialmente cuando el gobierno insistía en relacionar esta imagen con un pasado republicano aparentemente superado", recuerda Yaxys Cires Dib, asesor del OCDH y miembro de la ejecutiva del Partido Demócrata Cristiano (PDC) de Cuba.
Algunos de esos cubanos viviendo en piso de tierra o en las ruinas de un edificio republicano o de microbrigadas, quizá ingenuamente "creyeron el cuento de la Mesa Redonda y el noticiero de televisión de que, un cubano venido de Miami, les quitaría su casa, pero quien se la ha arrebatado han sido la miseria, la ineficiencia, la falta de apoyo del gobierno y sus buldóceres, como se ha visto en las imágenes de los recientes desalojos", resaltó.
Son frecuentes los derrumbes con heridos y víctimas fatales y los "desalojos de viviendas con niños y ancianos, incluso en tiempos de Covid-19, cuando en muchos países de la región se han prohibido este tipo de acciones", lamentó.
Por edades, los ancianos son el colectivo más vulnerable en materia de vivienda porque el 9% de las casas habitadas por personas de 70 o más años está en condiciones inhabitables, y el 58% necesita reparación; siempre según el informe del OCDH.
"No estamos ante problemas que pudieran calificarse como coyunturales, sino que son resultado de las continuas y múltiples crisis de un sistema fracasado desde el punto de vista político, económico y social", concluyó Cires Dib.
El estudio del Observatorio Cubano de Derechos Humanos abarcó a once provincias cubanas, con mil 201 entrevistas presenciales (cara a cara) con cubanos de ambos sexos y diferentes grupos de edades, entre el 20 de enero y el 10 de febrero de 2020.
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