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El artista independiente Luis Manuel Otero Alcántara, integrante del movimiento San Isidro, denunció este martes en redes sociales que tenía un dedo fracturado debido a la golpiza que la policía les propinara en junio a él y al rapero Maykel Osorbo.
“Desde la golpiza que nos propiciaron a Maykel Castillo y a mí los policías, me duele el dedo y está hinchado, pues resulta que tengo partido algo dentro. Espero recuperar la movilidad del dedo”, escribió en su cuenta de Facebook.
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Luis Manuel Otero ha sufrido numerosas detenciones por parte de la policía cubana y la Seguridad del Estado, unas más violentas que otras, pero en junio él y Maykel Osorbo quedaron con señales de violencia física en sus cuerpos y rastros de sangre que mostraron en trasmisiones luego de ser liberados.
Días después de las agresiones, el artista intentó presentar una denuncia ante las autoridades, pero fue arrestado mientras imprimía los documentos.
A finales de ese mes, ambos comunicaron que habían presentado una denuncia a la Fiscalía Militar contra los policías que los golpearon mientras se encontraban esposados. Sin embargo, al parecer, el documento no ha sido estimado, lo que deja en evidencia la nulidad del sistema judicial cubano frente a los atropellos de las autoridades.
“Exigimos al régimen que castigue a los mismos y que hagan público en la televisión cubana, como mismo hacen público en su noticiero sus castigos a los ciudadanos civiles”, escribió Otero luego de dejar la denuncia. “Esto es parte de la campaña contra la violencia policial en Cuba”, enfatizó.
Entre los comentarios a la publicación de este martes, se le recomienda al artista que, en caso de no recuperar por completo la movilidad del dedo, demande “por daños permanentes en alguna corte internacional para la violación de los derechos humanos o crímenes de lesa humanidad”.
El día de los hechos, un par de agentes los habían trasladado a la Unidad de Cuba y Chacón en La Habana Vieja, municipio donde los artistas residen. Los incidentes se produjeron luego de que un policía quiso llevarse detenido a Maykel Osorbo porque se había bajado la mascarilla para comerse un pan, estando parado ante la puerta de su casa.
Entonces Otero intercedió para que el arresto no ocurriera, sin embargo, el oficial no desistió y, en lugar de entrar en razón, optó por llevarse consigo a los dos artistas. Ya de camino a la estación, en el interior del carro patrullero, siguieron intentando disuadir a los policías sobre la injusticia que estaban cometiendo.
La violencia finalmente se desató cuando Maykel Osorbo, una vez en la unidad, quiso apagar su teléfono que había sonado en ese momento. El policía le dijo que no podía manipular el dispositivo y pronto el intercambio se volvió más agresivo hasta llegar al plano físico.
“El salvajismo de las fuerzas de seguridad cubanas está rozando el de los esbirros batistianos, el proceder violento y salvaje con la gente por insignificancias, como bajarse la mascarilla, llega a niveles intolerables”, denunció en Facebook el activista Michel Matos, que acompañó su texto con varias imágenes de las marcas en los cuerpos de Otero y Osorbo.
“La gente no es ganado, las personas tienen dignidad, y lo que están acometiendo son crímenes de lesa humanidad que están claramente tipificados en las normas del derecho internacional”, señaló Matos en su publicación.
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