El gobierno ruso espera probar, de manera masiva en octubre próximo, una vacuna contra el coronavirus creada en el país euroasiático por el Instituto Gamaleya con sede en Moscú, luego de completarse los ensayos clínicos.
De acuerdo con el ministro de salud ruso, Mikhail Murashko, los trabajadores médicos y los maestros tendrán prioridad en cuanto a las vacunaciones, tan pronto se inicie el programa público.
"Ahora, se está preparando el paquete de documentos para el procedimiento de registro [de la vacuna]", agregó Murashko, según Russia Today. El ministro dijo que otra vacuna, desarrollada por Vector, un laboratorio de enfermedades infecciosas con sede en Novosibirsk, está siendo igualmente sometida a ensayos clínicos.
Las autoridades sanitarias también esperan que dos vacunas más estén listas pronto para comenzar pruebas en voluntarios. De esa forma, Rusia espera convertirse en el primer país del mundo en tener una vacuna contra la Covid-19 aprobada.
En circunstancias normales, las vacunas tardan años en desarrollarse y probarse adecuadamente. Sin embargo, ante las urgencias por la pandemia, muchas naciones y compañías farmacéuticas han afirmado que un producto seguro podría fabricarse en 18 meses o menos.
Anteriormente, Rusia comunicó que esperaba sacar en agosto su vacuna contra el coronavirus desarrollada por Galameya, pero no había indicado cuándo empezaría a probarla en un sector amplio de la población.
“Es un momento como del Sputnik. Los estadounidenses se sorprendieron cuando escucharon los pitidos del Sputnik. Es lo mismo con esta vacuna. Rusia habrá llegado primero”, dijo Kirill Dmitriev, director del fondo de riqueza soberana de Rusia, en referencia al primer satélite enviado al espacio en 1957 por la extinta Unión Soviética.
Los ensayos con humanos se hicieron en soldados voluntarios, incluso el director del proyecto Alexander Ginsburg se inoculó la vacuna, desarrollada a partir de una ya creada para combatir otras enfermedades similares.
Denís Logunov, vicedirector del Centro de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, explicó que la vacuna se creó en solo dos semanas porque ya tenían un fármaco contra el MERS, el virus que estuvo entre los años 2012 y 2013, y que es del mismo género del SARS-CoV-2.
“Cuando apareció otro coronavirus, hermano cercano del mismo grupo de los betacoronavirus, no tuvimos ninguna duda de qué y cómo hacer. Fue un copiar y pegar”, dijo Logunov, y agregó que “para finales de 2020, nuestro centro debe alcanzar capacidad para millones de inoculaciones por año”.
Rusia es el cuarto país con más casos confirmados de coronavirus en el mundo, al reportar 843 890 personas con la enfermedad, aunque el número de muertes (14 034) es bastante inferior con respecto a naciones con cantidad de contagios similares o, incluso, con menores números de infectados, indican los datos de la universidad Johns Hopkins.
En Estados Unidos, la farmacéutica Moderna Inc. comunicó días atrás que su vacuna experimental contra el COVID-19 indujo una respuesta inmune robusta y protegió contra la infección en un estudio realizado en monos.
La compañía anunció el inicio de la última etapa de sus ensayos para encontrar una vacuna contra el COVID-19, con su aplicación a 30 000 voluntarios sanos. Los resultados positivos en ese ensayo podrían despejar el camino para la aprobación regulatoria y el uso generalizado hacia fines de este año.
Moderna Inc. planea que el precio de la vacuna que desarrolla contra el coronavirus oscile entre los 50 y 60 dólares el tratamiento, un costo que se aplicaría a Estados Unidos y a otros países de altos ingresos.
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