Los responsables de organizar esta semana una fiesta religiosa y un cumpleaños en La Habana han sido detenidos y permanecen bajo custodia policial, según se informó en reunión del Consejo de Defensa Provincial (CDP).
Luis Antonio Torres Iríbar, presidente del CDP, reiteró este sábado la necesidad de actuar contra las denominadas “actividades recreativas irresponsables”, de acuerdo con la información de Cubadebate.
El dirigente insistió en mantener el rigor ante las violaciones de las medidas impuestas el 8 de agosto -día en que La Habana regresó a la fase de transmisión autóctona limitada del virus-, y que incluyen el cierre de playas, el toque de queda a partir de las 11 de la noche y el cierre de los servicios de transporte.
Las autoridades de la capital desarrollan una cruzada contra fiestas y todo tipo de reuniones privadas masivas, a las que culpan del incremento de los casos de coronavirus. Una actitud que muchos cuestionan, debido a que las mayores aglomeraciones en la ciudad no son precisamente festivas, sino las que ocurren en las extensas colas que debe hacer la población para comprar alimentos y productos de aseo.
Este sábado el Ministerio de Salud informó de 30 nuevos casos de COVID-19 en La Habana. A nivel nacional se reportaron 35 contagios, con lo cual el acumulado de pacientes en el país llegó a los 3 617.
Actualmente se mantienen ingresados 520 enfermos confirmados, de los cuales 503 evolucionan satisfactoriamente. De los 17 restantes, 14 se encuentran graves y tres están en estado crítico.
En este momento en la capital se mantienen activos siete eventos de transmisión local de coronavirus: dos en Habana del Este (Guanabo y Villa Mégano); dos en La Lisa (Arroyo Arenas y Balcón Arimao); uno en Marianao (Santa Felicia); uno en Playa (Constructora 1ra y 70) y uno en Plaza (Puentes Grandes).
Por este último se mantienen aisladas 23 manzanas desde comienzos de agosto. Las autoridades aseguran que los culpables fueron seis jóvenes que se infectaron en el bar Q'Bolá, en Playa.
Así afirmó la doctora Zayda Moraguez Rodríguez, vicedirectora de Asistencia Médica del policlínico Puentes Grandes, quien informó que la mayoría de los infectados fueron personas de entre 20 y 28 años de edad.
“Lo que ha ocasionado este gran problema epidemiológico ha sido la indolencia de muchachos que andaban de fiesta y piscina, sin tomar las medidas adecuadas para protegerse y proteger a los demás. Ahora están enfermos y han contagiado a sus padres y otros familiares. Es preciso que este hecho sirva de ejemplo, que dejen a un lado la diversión y tomen conciencia de que esta enfermedad es muy contagiosa y peligrosa”, recalcó.
No son pocos los cubanos que culpan al gobierno de haberse apresurado en pasar a La Habana a la fase 3 de recuperación de la pandemia.
Esta semana Heignar Solano García, trabajador de la instalación turística Villa Lupe, en Guanabo, recordó que en julio, cuando se abrieron las playas a la población, se cometieron demasiados errores y descuidos.
“Cuando se dio la apertura aquí en la playa, ese día parecía que las personas estaban locas. Muchas personas llegaban aquí corriendo, en moto, en bicicleta, mujeres que se desnudaban y se bañaban, se bañaban con su ropa interior aquí en la playa”, relató en una publicación en el muro de Facebook de Naturaleza Secreta.
“El flujo era demasiado grande. Cuando venía el tren playero, usted miraba y veía una gran masa de personas y la gente venía mayormente sin la protección que tenían que usar para combatir esta epidemia. Era el deseo solamente de estar en la playa, veías a tanto hombres como mujeres tomando en el vaso todo el mundo; bueno, era un realengo”, detalló.
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