El gobierno de Cuba está organizando un programa de desarrollo de especies de animales que se destinarán a la producción de alimentos, entre los cuales se encuentran las gallinas decrépitas.
Santiago Sobrino Martínez, ministro de la Industria Alimentaria, explicó en la Mesa Redonda televisiva de este miércoles que el sector de la agricultura está a cargo de un nuevo plan para producir el MDM cubano, el cual definió como una materia prima cárnica, de la cual el país importa grandes volúmenes y gasta elevadas sumas de divisas.
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“Se trata de un programa de otras especies, de ganado menor: patos, conejos… La agricultura tenía una planta que se está recuperando, y en la medida en que eso avance pudiéramos producir más comida y ahorrar en sustitución de importaciones”, dijo.
Aunque el funcionario no habló de gallinas, en una imagen transmitida a los espectadores se menciona ese animal dentro del citado programa.
De acuerdo a la terminología avícola, se les denomina “decrépitas” a las aves que por su avanzada edad han mermado su producción de huevos. En Cuba se molería la carne de estas gallinas para elaborar la masa cárnica MDM.
La publicación comenzó a generar memes y burlas en las redes sociales.
Por su parte, el titular de la agricultura también se refirió con satisfacción a que la industria alimentaria ha logrado recuperar dos millones de metros de tripas de res y de cerdo –de las cuales apenas se utiliza el 18 por ciento– para la elaboración de croquetas.
“Eso no es de países pobres, eso es un aprovechamiento de países desarrollados”, aseguró.
También detalló que se emplea un 90 por ciento de la sangre del sacrificio de la red y del ganado, con la cual se fabrica una gama de productos que, en su opinión, son “de mucha satisfacción” para la ciudadanía.
“Esto no es ocioso hacerlo, esto de comida con poco cerdo y poca vaca, y da mucho más comida. Hay cultura en Cuba de consumir eso, se hacen excelente productos, se sustituyen importaciones”, subrayó.
Según el funcionario, la obtención de todos estos subroproductos “ha permitido producir 26 000 toneladas de croquetas en la industria cárnica y más de 17 000 en la industria pesquera”.
A pesar de su entusiasmo, las croquetas que se comercializan en la red de comercios estatales destacan por su baja calidad y si el pueblo las compra es básicamente porque no tiene acceso a otros productos.
Durante los últimos meses, cuando la escasez de víveres se ha agravado sobremanera al punto de que las personas han tenido que dormir en la calle para al día siguiente poder ser de los primeros en la cola de la tienda y poder entrar, el gobierno ha vendido módulos de 20 croquetas por familia para tratar de paliar la carestía.
Pero lo que podría haber sido al menos una solución parcial, ha sido en muchos casos fuente de más disgustos.
En mayo pasado una familia de Santiago de Cuba se quejó del estado de las únicas seis croquetas que les vendieron en la carnicería, las que describieron como “duras como una piedra”.
Por otra parte, en las redes sociales se publicaron varias quejas de consumidores que han alertado que al freír las croquetas estas pueden explotar.
Raúl Rodríguez, un usuario de Facebook, denunció que un amigo suyo sufrió quemaduras en el rostro y en los ojos.
“Por suerte los médicos dicen que en los ojos ya todo está mejor. Alerta señores. Atentos los vendedores. Lo hago público para que se enteren todos los que puedan, pero sobre todo los que tienen la responsabilidad de la confección de los alimentos”, explicó.
“Hace años supe de algo similar. Habrá que ver si algún material para su fabricación está provocando esta reacción. Alerta a los productores. Fueron croquetas compradas de manera legal”, agregó.
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