La compañía Western Union ratificó este miércoles que mantendrá en pesos convertibles (CUC) los pagos de las remesas en Cuba y negó que exista una decisión empresarial para reembolsar en pesos cubanos (CUP) los envíos a sus clientes en la isla.
La aclaración de Western Union se produjo a instancias de CiberCuba, luego que el pasado domingo la cuenta de Twitter en español de la corporación emitiera un mensaje asegurando que reembolsaría los envíos de los clientes cuando el gobierno cubano procediera a la unificación monetaria e impusiera el CUP como único activo circulante en el país.
"El tuit a que se hace referencia fue publicado por error. Lamentamos cualquier confusión que esto pueda haber causado", dijo un alto funcionario de la compañía en una declaración. "En este momento, los pagos de las transferencias de dinero en Cuba continúan en CUC, mientras exploramos todas las opciones posibles para brindar un servicio de transferencia de dinero que sea seguro y confiable para nuestros clientes".
Western Union decidió borrar el tuit de su cuenta oficial en español desde el martes.
El mensaje erróneo fue posteado en respuesta a una pregunta del usuario José Raúl Gallego, periodista y profesor radicado en México, sobre las razones de Western Union para mantener las remesas CUC y como procedería ante la inminente unificación monetaria en Cuba. La respuesta generó una ola de críticas y activó una campaña en la red con el hashtag #DineroNoPapeles.
En realidad, Western Union sigue evaluando una petición hecha por el Banco Central de Cuba (BCC) desde el pasado octubre para que las remesas fueran entregadas directamente en dólares a los destinatarios en la isla. La decisión se ha postergado al calor de una sumatoria de factores que van desde sanciones del Departamento de Estado contra la financiera estatal FINCIMEX, encargada de procesar las transacciones enviadas a Cuba, hasta una demanda legal ante un tribunal federal de Washington DC.
El panorama de los envíos de dinero a Cuba se ha visto sacudido tras la apertura de más de un centenar de tiendas en dólares para equipos eléctricos, alimentos y productos de aseo en La Habana y el interior del país, y la consiguiente devaluación del CUC como moneda en uso.
Incluso, el gobierno de Cuba eliminó el gravamen del 10% al dólar estadounidense a fines de julio como parte de un nuevo paquete de medidas económicas para paliar la crisis que vive el país. El impuesto al dólar estaba en vigor desde 2004.
El interés por el CUC se ha desplomado entre los cubanos, mientras en el mercado negro el cambio ha llegado entre 1.50 y 2 CUC por dólares. Aunque Western Union no ofrece datos sobre el volumen de sus operaciones a ningún país, varias fuentes independientes y testimonios no autorizados de empleados de sucursales en Estados Unidos han confirmado a CiberCuba un descenso en los envíos de remesas desde el sur de la Florida desde comienzos de año.
El funcionario aseguró que Western Union sigue comprometida con la prestación de servicios entre Estados Unidos y Cuba a pesar de los tiempos difíciles que impone la crisis del coronavirus.
"Estamos navegando sobre los impactos de la pandemia COVID-19 para brindar servicios de transferencia de dinero en Cuba que cumplan totalmente con todas las regulaciones locales e internacionales", manifestó el funcionario.
Sin embargo, la empresa declinó referirse al estatus de su evaluación para un posible cambio en las entregas de remesas de cara a la unificación monetaria, un tema que ocupa amplios espacios en los medios oficiales cubanos desde el pasado agosto. A pesar de versiones extraoficiales de que el proceso se iniciaría el 1 de octubre, el BCC lo negó rotundamente.
"No me sorprende que Western Union haya decidido retirar el mensaje en Twitter porque a todas luces se trataba de una respuesta desafortunada, que rompe con la política de la empresa de no interferir en decisiones internas de los países que contratan sus servicios financieros", dijo el abogado Sergio Comas, analista de asuntos cubanos.
Los servicios de Western Union en Cuba han estado en una sucesiva revisión desde septiembre de 2019, cuando la administración de Donald Trump ordenó limitar a $1.000 dólares trimestrales el envío de remesas familiares a la isla, y eliminar las donaciones a ciudadanos cubanos desde Estados Unidos. Hasta ese momentos las cantidades y frecuencia de las operaciones eran ilimitadas.
La empresa se vio obligada a una modificación de los reglamentos para las remesas a Cuba. Posteriormente, el pasado febrero, la compañía suspendió las transferencias de dinero a la isla desde terceros países, lo que limitó las operaciones financieras a sus sucursales en el territorio de Estados Unidos.
Sanciones y demandas contra FINCIMEX
Pero el tema de las remesas a Cuba está también en el vórtice de las sanciones de administración Trump para reforzar el embargo y pudiera afectarse por el fallo de una demanda contra el gobierno cubano, pendiente en un tribunal federal de Washington DC.
El pasado junio el Departamento de Estado incluyó a FINCIMEX en la lista negra de entidades cubanas que tienen prohibido negociar con compañías de Estados Unidos, lo que presume un serio obstáculo para el procesamiento de las remesas de Western Union a Cuba.
Sin embargo, aunque la sanción fue anunciada, tres meses después no ha sido reglamentada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, y no ha tenido una consecuencia real para las remesas con destino a Cuba. Las operaciones de Western Union se mantienen sin alteraciones.
Un portavoz del Departamento del Tesoro dijo a CiberCuba que no hay una fecha establecida para implementar estas regulaciones, que están en proceso de elaboración. No está claro tampoco si Western Union tendría que cambiar su acuerdo con FINCIMEX y buscar una compañía alternativa para que funcione como agente operador de sus entregas dentro de Cuba.
Sin embargo, el dilema parece estar en una cláusula del Memorando Presidencial de 2017, la cual registra el envío y procesamiento de remesas autorizadas entre las excepciones en la implementación de medidas contra Cuba.
A la vez, la permanencia del acuerdo establecido entre FINCIMEX y Western Union en 1999, depende del desenlace de una demanda presentada por la corporación Exxon Mobil contra las estatales cubanas CIMEX y CUPET al amparo del Título III de la Ley Helms-Burton. FINCIMEX está asociada a CIMEX, bajo el conglomerado militar de GAESA.
El caso está abierto desde mayo de 2019, y el gobierno cubano contraatacó la demanda con una moción de 1919 páginas pidiendo su desestimación. Los abogados que representan a CIMEX y CUPET defendieron los envíos de remesas desde Estados Unidos como una gestión ajena al tráfico de propiedades confiscadas por el régimen cubano y argumentaron que las remesas enviadas por Western Union están fuera del alcance legal de la reclamación del demandante.
El juez federal Amit P. Mehta, quien está a cargo del caso, ha fijado la fecha límite del el 29 de septiembre para la respuesta de Exxon Mobil a los argumentos del gobierno cubano.
"El litigio entablado por Exxon Mobil es clave para saber si FINCIMEX podrá seguir operando las remesas enviadas desde Estados Unidos y espero que Western Union esté bien atenta a lo que decida el tribunal de Washington y ya ande buscando un banco o agencia financiera que no dependa del conglomerado militar GAESA para distribuir el dinero dentro de Cuba", opinó Comas.
Western Union, el principal emisor de remesas a Cuba, proporciona sus servicios financieros a través de 502 sucursales radicadas en 168 municipios del país. Aunque la compañía no reporta datos sobre el valor de sus transacciones, es el mayor operador de los $3,500 millones que se calculan en remesas anuales a destinatarios radicados en la isla.
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