El periodista independiente cubano Abraham Jiménez Enoa denunció en sus redes sociales que fue citado para el próximo jueves a las 9:00 de la mañana en la estación policial de 21 y C, en el Vedado capitalino.
En una publicación en su muro de Facebook, el joven reportero precisó que aunque no le explicaron el motivo de la citación, él supone que de nuevo recibirá amenazas para que abandone su labor profesional.
“La Seguridad del Estado, camuflada en el jefe de sector de la policía de mi barrio, acaba de dejarme esta citación para mañana a las 9 am en la estación policial de 21 y C. Así, sin más, mañana a interrogatorio, mañana a recibir amenazas para que deje de hacer periodismo. Cuba es un país donde narrar la realidad, te hace un delincuente”, expresó.
Jiménez Enoa ha sufrido anteriormente la represión por parte del régimen. En junio pasado lo sometieron arbitrariamente a un arresto domiciliario para impedir que participara en una marcha pacífica convocada en La Habana y otras provincias para exigir justicia por el joven Hansel Hernández Galiano, ultimado a tiros por un policía.
En aquella ocasión fue amenazado con ser detenido si salía a la calle, además de cortarle el servicio de Internet de su teléfono.
“Estoy en arresto domiciliario. Varios agentes de la Seguridad del Estado y una patrulla con 4 oficiales están apostados en los bajos de mi casa para impedirme ir a cubrir la marcha de protesta por la muerte de Hansel Hernández. El Gobierno cubano es abusador y racista”, denunció entonces.
El joven es cofundador del medio independiente El Estornudo y columnista del diario estadounidense The Washington Post, en el que informa mensualmente sobre los principales temas sociales y políticos en Cuba.
Por esos días el Gobierno castrista llegó a arremeter contra The Washington Post por el artículo que publicó sobre la muerte de Ernesto Hernández.
Mediante un artículo aparecido en el portal oficialista Razones de Cuba, calificaron al periodista de “pluma mercenaria” y “contrarrevolucionario”.
“Escala el imperio en esta su nueva campaña contra nuestro país, introduciendo en ella al The Washington Post, quien abandona toda ética periodística, al prestar espacio y visibilidad mediática a la pluma mercenaria del contrarrevolucionario Abraham Jiménez Enoa para que tergiverse y mienta sobre lo ocurrido. De esa forma desvela el medio su subordinación a las políticas de la administración con la que dice estar en desacuerdo”, dijo Razones de Cuba.
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