La compañía Western Union anunció una modificación de un 2% de la tasa de cambio del dólar con respecto al peso cubano convertible (CUC) en las remesas enviadas a Cuba, con un ligero beneficio para remitentes y destinatarios en la isla.
"Hemos hecho una corrección en la tasa de cambio para las transferencias de dinero desde Estados Unidos a Cuba y en lo adelante por cada dólar enviado se pagarán 0.99 CUC, una mejoría del 2 por ciento de la tasa anterior en favor de nuestros clientes", dijo a CiberCuba Margaret D. Fogarty, portavoz de la corporación para el área de las Américas.
La modificación implica un aumento de dos centavos en CUC por cada dólar que se envíe por concepto de remesas a Cuba. La tasa de cambio varió de 0.97 a 0.99 CUC por dólar.
Fogarty confirmó que la medida entró en vigor el pasado 24 de septiembre.
Para que se tenga una idea de la aplicación de la nueva tasa de cambio, si hasta el momento un usuario tenía que enviar desde Estados Unidos $115 dólares ($103 de cantidad principal y $12 en cargos por envío) para garantizar que el destinatario recibiera 100 CUC, ahora con esos $115 dólares se convertirían en 101.97 CUC, aplicando una equivalencia monetaria de $1=0.99 CUC.
La funcionaria negó que este ajuste en la tasa de cambio esté relacionada con la posibilidad de pagar las remesas en dólares a los beneficiarios en Cuba, como ha solicitado el Gobierno cubano desde octubre de 2019. La compañía ha mantenido en consideración la opción de transferir los pagos en dólares a los cubanos durante un año, sin una decisión tomada.
"Western Union continúa explorando todas las opciones posibles para ofrecer servicios de transferencia de dinero seguros y confiables para nuestros clientes, incluyendo el pago en dólares estadounidenses. En este momento, el pago en dólares no está disponible en Cuba", escribió Fogarty.
Además, informó que Western Union ha añadido en su página web una nueva sección informativa sobre la tasa de cambio y otros asuntos relacionados con envíos de dinero a Cuba.
En realidad, la devaluación del CUC se ha producido a pasos agigantados en la realidad cubana, mientras crece el interés por el dólar. El detonante fue la apertura de tiendas en divisas desde finales de 2019, con fines acelerados de recaudación ante la crisis de liquidez del país, lo que ha incentivado al mercado negro para la adquisición de dólares.
Aunque Western Union no ofrece datos de sus operaciones en ningún país, el resultado ha sido una recaída en los envíos de remesas desde el sur de la Florida a Cuba durante el presente año, con el crecimiento de un reclamo de los usuarios para entregar el dinero en dólares, no en CUC.
A mediados del pasado mes, Western Union aclaró que mantendría en CUC los pagos de las remesas en Cuba y negó que exista una decisión empresarial para reembolsar en pesos cubanos (CUP) los envíos a sus clientes en la isla.
La aclaración tuvo lugar después que circularan versiones sobre la opción reembolsar los envíos en moneda nacional cuando el Gobierno cubano procediera a la unificación monetaria e impusiera el CUP como único activo circulante en el país.
Las operaciones de Western Union han estado sometidas a sucesivas transformaciones desde que la administración de Donald Trump arreció el embargo y el cerco financiero contra el régimen cubano, con el consiguiente impacto en la reducción de los envíos de remesas y el recorte de los servicios a Cuba desde terceros países.
El reforzamiento de las sanciones ha tocado a la puerta de la financiera estatal FINCIMEX, encargada de procesar las transacciones de Western Union en Cuba, y más recientemente de American International Services (AIS), una sucursal de tarjetas para envíos de dinero desde el exterior. Ambas firmas están bajo el manto empresarial de CIMEX, controlada por el consorcio militar GAESA, y han sido incluida en la lista negra de entidades cubanas con las que ciudadanos y compañías estadounidenses están impedidos de hacer negocios.
Fogarty reiteró a CiberCuba que las operaciones de Western Union hacia Cuba se mantienen con regularidad, sin ninguna afectación derivada de las sanciones anunciadas contra FINCIMEX y AIS.
Pero el acuerdo establecido entre FINCIMEX y Western Union en 1999 cuelga de una demanda presentada por la corporación Exxon Mobil contra CIMEX y CUPET al amparo del Título III de la Ley Helms-Burton.
El caso está abierto en un tribunal federal de Washington DC desde mayo de 2019. El Gobierno cubano solicitó desestimar la demanda, pero los abogados de Exxon Mobil contrarrestaron la moción argumentando que CIMEX y CUPET son entidades que trafican con propiedades confiscadas por Fidel Castro en 1960.
Un fallo en ese litigio será clave para saber si FINCIMEX podrá seguir operando las remesas enviadas por Western Union desde Estados Unidos.
Western Union es el principal emisor de remesas a Cuba, y brinda sus servicios a través de 502 sucursales radicadas en 168 municipios del país. El monto anual de las remesas a Cuba se estima en unos 3.700 millones de dólares anuales, según estudios de la consultora The Havana Consulting Group, con sede en Miami.
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