En el municipio de Jobabo, en Las Tunas, las autoridades registran un aumento de robos de ganado mayor, que atribuyen, según la prensa oficialista, al “deficiente control y atención por parte de los organismos implicados en el enfrentamiento a dichas conductas”.
Los incidentes reportados afectaron 525 cabezas de ganado. Entre los Consejos populares de Jobabo donde más se anotaron esos delitos figuran Las Margaritas, Mejías, El Níspero, Dos Hermanos, Argentina norte y Freijó, mientras que los horarios en que más se manifestaron fueron los de la madrugada.
Según la emisora Radio Cabaniguán, las causas que propiciaron los delitos fueron “los animales sueltos en la vía pública, la implicación de usufructuarios vinculados a infracciones contra la ganadería, los corrales y las corraletas en mal estado y sin iluminación y la falta de control de la masa ganadera por los propietarios, entre otras”.
El mismo medio señala que en el territorio ha habido deficiencias en la elección de los directivos de la agricultura, pastores y custodios con antecedentes penales vinculados a la ganadería, irregularidades organizativas en los programas de preparación de tierra para la siembra de pastos y el desvío de combustible.
Un reportaje de la televisión cubana en agosto, detallaba sobre el arresto de una treintena de personas en Holguín, acusadas de formar parte de al menos ocho grupos dedicados al robo y sacrificio de ganado mayor en varios municipios de esa provincia. Durante el operativo, la policía incautó más de mil libras de carne de ganado mayor y nueve equinos.
Dicha red de robo y sacrificio de ganado -según detalla un reportaje de la Televisión Cubana- se extendía por los municipios de Cacocun, Calixto García, Gibara, Rafael Freyre, Báguanos, Urbano Noris y la cabecera provincial.
En Cuba, las autoridades imponen severas sanciones por cometer este “delito”. El sacrificio ilegal de reses se tipificó como delito en 1979 en el primer Código Penal de la Revolución. Años más tarde, a finales de la década de 1990, la situación se agravó más aún y este delito se convirtió en uno de los más frecuentes en los tribunales cubanos, por la escasez de alimentos.
En 1999, las condenas por hurto y sacrificio ilegal de ganado mayor aumentaron hasta llegar a los 20 años de cárcel.
Cuba vive actualmente una escasez de alimentos significativa, agudizada por la crisis sanitaria del coronavirus. Las largas aglomeraciones para comprar alimentos frente a las tiendas son una imagen recurrente por estos días. En este contexto, las autoridades han aumentado la presión sobre el comercio en el mercado negro, que habitualmente era una alternativa para que los cubanos pudieran adquirir los productos que el Estado no les suministraba.
El régimen creó este año, ante la compleja situación del país, decenas de tiendas en Moneda Libremente Convertible para vender alimentos y artículos de primera necesidad. Entre estos, se puede apreciar el filete de res, que alcanza un valor de 23.80 dólares el kilogramo, en una isla donde el salario promedio ronda los 30 dólares al mes.
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