El más reciente parte médico de la Casa Blanca asegura que “el examen físico y los signos vitales” del presidente Donald Trump “permanecen estables y en un rango normal”.
“El presidente esta mañana dice: ‘¡Me siento genial!’”, así empieza el comunicado, que subraya que todos los parámetros son normales ahora mismo, “incluida la saturación de oxígeno” y la “frecuencia respiratoria”.
El documento añade que el presidente “ha estado libre de fiebre durante más de 4 días” y “sin síntomas durante más de 24 horas”. Añade, además, que no ha necesitado ni recibido oxígeno suplementario desde la hospitalización inicial.
La nota destaca que un análisis de sangre hecho el lunes ha demostrado "niveles detectables" de anticuerpos neutralizantes del tipo IgG.
“Continuaremos monitoreando de cerca y los actualizaré a medida que sepa más”, concluye el optimista comunicado, firmado por el doctor Sean P. Conley y dirigido a Kayleigh McEnany, secretaria de prensa de la Casa Blanca.
Los anticuerpos de tipo G (IgG) suelen desarrollarse entre una y tres semanas después de la infección con COVID-19, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, en inglés).
Por ese motivo, la afirmación de Conley de que Trump ya tenía niveles detectables de los anticuerpos este lunes, apenas cuatro días después de que la Casa Blanca asegurara que fue diagnosticado con la enfermedad, ha generado algunas reacciones entre profesionales médicos y analistas nada más publicarse el i,nforme médico.
Por lo demás, el más reciente comunicado no precisa el nivel de oxígeno en sangre de Trump o su presión sanguínea, y tampoco aclara si el presidente continúa recibiendo algún tipo de medicación.
El anunció de buen estado de salud de Trump se suma a un comunicado similar divulgado el martes -aunque aquel más escueto- que afirmaba que el presidente se encontraba "extremadamente bien" y que no reportaba ningún síntoma de COVID-19.
Donald Trump regresó a la Casa Blanca el lunes, tras haber permanecido hospitalizado tres días en el Centro Médico Militar Walter Reed, poco después de haber sido diagnosticado positivo al coronavirus.
El domingo, en medio de especulaciones por su estado de salud, Trump dejó su habitación y dio un paseo en auto por las afueras del centro médico para saludar a sus simpatizantes allí congregados. El lunes, poco después de bajarse del helicóptero que lo transportó desde el centro médico en Maryland a Washington D.C., el mandatario se quitó la mascarilla y saludó desde un balcón.
El presidente Trump comparó el martes en Twitter la pandemia del coronavirus con la gripe. Eso el mismo día en que la tienda de regalos de la Casa Blanca puso a la venta un moneda conmemorativa llamada "El presidente Donald J. Trump derrota al COVID".
Donald Trump, nada más regresar a la Casa Blanca, no ha perdido tiempo en retomar una de sus pasiones: Twitter. "Los falsos medios de noticias son la verdadera fiesta de la oposición", se puede leer en una de sus más recientes publicaciones.
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