El Partido Demócrata Cristiano (PDC) de Cuba lamentó "profundamente" que el Gobierno castrista haya antepuesto sus intereses por encima de su "obligación" de velar por el bienestar de los ciudadanos, dijo este jueves a CiberCuba Elena Larrinaga de Luis, representante en Europa de los democristianos y residente en Madrid.
Los democristianos cubanos pidieron al presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez que invierta los beneficios estatales, en concepto de gestión de remesas familiares, en mejora de hospitales y compra de medicamentos, sugirieron la creación de un fideicomiso internacional para proteger las ayudas entre cubanos y abrir una negociación con la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos.
"La proposición que hemos presentado resulta viable, desde el punto de vista político, administrativo y legal, para proteger a familias y desamparados cubanos", aseguró Larrinaga, que animó al Gobierno castrista a asumirla como "parte de un programa de reformas que traiga la prosperidad tan necesaria a nuestra nación".
El PDC lanzó su propuesta tras el anuncio del Gobierno norteamericano de prohibir a Wester Unión y otras agencias de envíos e dinero a Cuba, hacerlos a través de la empresa FINCIMEX, subordinada al complejo militar-empresarial GAESA, a partir del 27 de noviembre.
La Habana ha eludido valorar la propuesta del Partido Demócrata Cristiano, ha reiterado sus consignas antiimperialistas y anunció el cierre de 407 oficinas de Wester Union en Cuba, que venían realizando entregas en CUC a familias y ciudadanos cubanos, enviadas en dólares desde Estados Unidos, mediante un acuerdo con la empresa militar FINCIMEX.
El Gobierno castrista se embolsa el 74,3 por ciento de cada dólar que llega en remesas Cuba desde el exterior, un negocio que ha aportado 46 mil 800 millones de dólares norteamericanos a la economía nacional; desde 1993 hasta la fecha, reveló un estudio de Havana Consulting Group, presentado recientemente en Miami.
Recientemente, el Gobierno castrista impuso la dolarización de la economía, calificada como "ineludible" por economistas, pero que ha ensanchado la brecha social, con un incremento notable de la pobreza en Cuba, como revela el Tercer Informe sobre pobreza del Observatorio Cubano de Derechos Sociales (OCDS).
Un 70 por ciento de los cubanos ve con pesimismo su futuro y seis de cada diez ciudadanos asegura que sus ingresos se reducirán en los próximos meses, mientras que el 77 por ciento manifestó vivir en situación de pobreza moderada o severa y un 42 por ciento reconoció que tiene problemas para comprar lo "más esencial para sobrevivir", según el informe del OCDS.
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