A casi un año del anuncio de un programa castrista contra el racismo y la discriminación racial, los negros y mestizos siguen siendo más pobres y discriminados, aseguró a CiberCuba Juan Antonio Madrazo Luna, Coordinador del Comité Ciudadano para la Integración Racial (CIR), que critica el silencio oficial sobre el tema racial y pide a Díaz-Canel que "no se escude en el coronavirus porque otros programas como la dolarización económica y campañas ideológicas siguen marchando".
"Negros y mestizos son los grandes perdedores de todos los procesos y experimentos que ha vivido Cuba" y consideran que la unificación monetaria, la Tarea Ordenamiento y la crisis sanitaria "son cortinas de humo para continuar postergado el debate sobre la discriminación y el racismo en la esfera publica", añadió Madrazo Luna, para quien Díaz-Canel "continúa asumiendo una posición conservadora frente al racismo".
La postura del presidente obedece a que "el gobierno aún considera que el tema racial atenta contra la unidad nacional" y que la proyección pública del CIR y otras entidades defensoras de los derechos de los afrodescendientes en Cuba "forma parte de un programa de subversión", promovido por Estados Unidos, pese a que dedican muchas horas a criticar el racismo y la discriminación racial en el país vecino, contrastó Madrazo Luna.
"Agentes de la Seguridad del Estado criminalizan la labor antirracista del CIR y otras plataformas cívicas", señaló Madrazo Luna, que ha sufrido detenciones y retenciones a manos de la policía política del castrismo para impedir eventos especializados sobre racismo y discriminación.
"Las únicas plataformas antirracistas que reconoce el Estado cubano son la Comisión José Antonio Aponte, de la UNEAC y la Red Barrial Afrodescediente", subordinada a la anterior y que responden al Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista, que mira con sospecha a otras personas y entidades que se ocupan del racismo en Cuba, abundó.
En noviembre de 2019, el Consejo de Ministros presentó una iniciativa "para combatir y eliminar definitivamente los vestigios de racismo, prejuicios raciales y discriminación racial que subsisten en Cuba", pero once meses después la situación de negros y mestizos ha empeorado, sostiene Juan Antonio Madrazo Luna, Coordinador del CIR.
"El programa no lo conocen las instituciones oficiales ni los especialistas involucrados en el tema",afirmó Madrazo Luna que recuerda cómo, en marzo, "el gobierno parecía tener claro el diagnóstico sobre el racismo, pero no ha avanzado" y la desigualdad y pobreza generada por la crisis económica, el impacto del coronavirus, las sanciones norteamericanas y la dolarización impuesta "afectan con mayor dureza a negros y mestizos, que ya eran los más pobres de Cuba, antes de 2020".
En marzo, comparecieron en la Mesa Redonda, el viceministro Rojas; Pedro de la Hoz, vicepresidente de la UNEAC y titular de la Comisión José Antonio Aponte; Rolando Rensoli, historiador y vicetitular de dicha entidad; y Raquel González, actriz, quienes lanzaron el eslogan "Yo creo en el color cubano", elogiaron a Fidel y Raúl Castro como los más antirracistas de Cuba y reconocieron que el tema racial no se abordó entre 1962 y 1998.
"Pero parece que el silencio oficial sobre el racismo y la discriminación racial se sigue prolongando porque la comisión no ha tomado una sola medida para mejorar la situación de los negros y mestizos cubanos", apuntó Madrazo que -entre 2016 y 2017- dirigió el estudio Discriminación racial en el mercado laboral cubano.
El propio Raúl Castro Ruz ha aludido a los problemas de racismo en Cuba, cuando en una comparecencia en la Asamblea Nacional del Poder Popular, reveló que había ordenado, discretamente, la inclusión de rostros negros en los programas informativos y otros espacios de la televisión oficialista y, en años anteriores, el partido comunista había incluido a negros y mulatos en su Buró Político y Secretariado, por orden de Fidel Castro Ruz.
Un mes antes del anuncio del nuevo impulso oficial contra el racismo, el propio Madrazo criticó unas declaraciones del historiador del Ballet Nacional de Cuba (BNC) que, en un programa de televisión, había afirmado que el bailarín Andrés William "no era negro, sino azul" y calificado de "pordiosero" a Jorge Esquivel, ex partenaire de Alicia Alonso.
El viceministro de Cultura Fernando Rojas Gutiérrez, al anunciar la nueva campaña antirracista, aclaró que incluiría "la lucha contra el regionalismo y la discriminación por el origen étnico y nacional".
En años recientes, el aparato represivo cubano usó las deportaciones desde La Habana a sus provincias de origen a opositores anticastristas, incluido el dirigente de UNPACU, José Daniel Ferrer, que nunca consiguió establecerse en la capital de Cuba y tuvo que retornar a su natal Santiago de Cuba.
Las deportaciones y desalojos alcanzan ya a cubanos emigrados a La Habana desde el interior de la isla, que ocupan infraviviendas en poblados ilegales, surgidos en el cinturón de la capital o consiguen alquilar una vivienda, pero no legalizar su nueva residencia en el Registro de Direcciones de la localidad habanera elegida para instalarse.
Estas deportaciones forzosas -recordó Madrazo Luna- "contrastan con el hábito partidista de importar dirigentes de provincias para encabezar el partido comunista y el Poder Popular en La Habana, o ser designados ministros".
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