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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugirió este domingo durante un mitin multitudinario celebrado en el aeropuerto de Opa-Locka, Florida, que podría despedir al principal experto en epidemiología del país, el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas Anthony Fauci.
Los partidarios del presidente comenzaron a hacer fila temprano en la mañana ante el Aeropuerto Ejecutivo de Opa-locka luego que el alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, explicara que el evento comenzaría a las 9:30 p.m. y terminaría antes de la medianoche, para no afectar el toque de queda vigente.
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"Seremos flexibles, como ha venido sucediendo durante los recientes eventos deportivos que terminan tarde en la noche, a fin de que las personas lleguen a sus hogares de forma segura", tuiteó Giménez.
Durante el evento, el presidente instó a sus seguidores a salir y votar en Miami-Dade, un condado que perdió en 2016, a pesar de ganar el estado.
"Vamos a ganar mi estado de Florida", dijo Trump, que cambió de residencia a su casa de Mar-a-Lago mientras estaba en el cargo. "Cuando ganemos, tendremos cuatro años más en la Casa Blanca".
También habló sobre la pandemia de coronavirus, y expresó su frustración porque las noticias sobre del virus, que ha matado a más de 231 000 personas en Estados Unidos este año, siguen siendo prominentes en todas las cadenas nacionales.
Mientras Trump defendía su gestión del virus, se escucharon cánticos de la muchedumbre que comenzó a gritar “¡Despide a Fauci!”. En respuesta, el presidente dijo: “No se lo digan a nadie, pero déjenme esperar hasta un poco después de las elecciones".
Fauci, un miembro muy respetado de su grupo de trabajo sobre el coronavirus, ha discrepado con las repetidas afirmaciones de Trump de que la lucha de Estados Unidos contra el virus estaba logrando una mejoría.
“Nos espera mucho dolor. No es una buena situación”, dijo Fauci al periódico The Washington Post el pasado viernes. “Todas las estrellas están alineadas en el lugar equivocado en la temporada de otoño e invierno, y la gente se reúne en el interior de las casas. Nuestra posición no podría ser peor”.
Fauci es uno de los expertos en salud más populares de Estados Unidos, un hecho que Trump ha señalado en el pasado para justificar su permanencia en el cargo.
Tras conocer que Trump se había contagiado de COVID-19, el epidemiólogo señaló en una entrevista a la cadena CBS que no se sorprendía. El presidente había aparecido en numerosas ocasiones sin mascarilla, en multitudinarios actos de campaña. “Temí que enfermara cuando lo vi en una situación tan precaria, con tanta gente, sin distancia y casi nadie con mascarilla”, señaló.
La respuesta del presidente llegó durante una conversación con personal de su campaña a la que dieron acceso a la prensa. Trump ya apuntó entonces a la posibilidad de un despido, y se refirió al epidemiólogo como un “tipo simpático” que lleva “500 años” en el cargo. Además de calificarlo de “idiota”, aseguró que la gente está “cansada” del coronavirus y lo que quiere es que “les dejen en paz”.
La tensa relación entre Fauci y Trump también se vio extrapolada a la campaña, cuando el partido republicano usó unas palabras del epidemiólogo sin su permiso en las que parecía respaldar al presidente para su reelección en el cargo. Según alegó Fauci, el mensaje había sido sacado de contexto, y correspondía realmente a “una amplia declaración” de hace meses “sobre los esfuerzos de los funcionarios federales de salud pública”.
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