El tardocastrismo vuelve a discriminar a la mayoría de los cubanos, ocultando, hasta última hora, detalles sobre el llamado Día cero, cuando implantará una nueva tasa de cambio del peso frente al dólar norteamericano y, pese a que la medida afectará intensamente a los ciudadanos empobrecidos, otra vez los empresarios extranjeros se enteran de las decisiones gubernamentales antes que la población.
Las decisiones económicas de calado implican una determinada discreción, pero sin marginar a los principales afectados, una vez que se ha tomado la decisión de ejecutar la Tarea ordenamiento, la lógica política aconseja comunicar las novedades, cuanto antes a los principales afectados, sin discriminar a empresarios extranjeros, pero mucho menos a los cubanos empobrecidos por el comunismo de compadres.
Una duda, ¿si la tarea se llama Ordenamiento, significa que Cuba padece de desorden económico y financiero?, ¿serán sancionados los responsables de tales desórdenes? Gracias.
La mayoría de los cubanos, trabajadores y jubilados, son los principales afectados por las decisiones gubernamentales, especialmente aquellas que implican cambios económicos que mermarán sus ahorros y su ya reducida capacidad de compra; haber sido empobrecidos no implica que los cubanos carezcan de opiniones propias y capacidad de análisis sobre las actuaciones del gobierno, aunque no siempre la digan en voz alta.
Como es habitual en el monólogo totalitario que daña a la nación desde 1959, los aguerridos CTC, CDR, FMC y toda la retahíla de organizaciones que conforman el coro inútil e irrentable de la bulla anticubana servil a la casta verde oliva y enguayaberada, solo se ha pronunciado en apoyo al reordenamiento y ya han desplegado su arsenal de agitación y propaganda para intentar persuadir a la sufrida población de la justeza de la dolarización norteamericana de la economía, tras casi 62 años de revolución antiimperialista.
Ni un solo diputado a la interrupta Asamblea Nacional tampoco ha pedido al Ministerio de Economía o al propio presidente Díaz-Canel explicaciones sobre el tema, que fue abordado por Marino Murillo Jorge ante el parlamento virtual con sus habitual estilo Linea(miento)s, en su mayoría incumplidos a pocos meses de caducar.
¿Cuánto cuesta a los cubanos pobres mantener esas superestructuras de los sindicatos, los comités, la federación, la Asamblea Nacional y los coros de la UPC, FEEM y FEU? Ya sabemos que el partido comunista y su brazo juvenil -como GAESA- son hegemónicos como establece el leninismo de vanguardia opaca.
El truco usado ahora es el mismo de siempre, el enemigo acecha y no deben anticiparse datos; pero esa excusa tonta también falla porque el empresariado extranjero afincado en Cuba, incluidos los principales turoperadores, tiene relaciones de colaboración con los servicios de Inteligencia extranjeros y amigos periodistas, así que los últimos en enterarse -como es habitual- serán los cubanos empobrecidos, mientras que el cuartel general de la CIA ya tendrá evaluado el impacto real de la unificación monetaria y de la nueva tasa de cambio del peso frente al dólar.
La pobreza pasa, la deshonra no, dijo José Martí en su afán ecuménico de una Cuba con todos y para el bien de todos, la mayoría de los cubanos siguen viviendo en la penuria, el tardocastrismo habita en la ignominia.
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