Los agentes de la Seguridad del Estado que rodean la sede del Movimiento San Isidro (MSI), en La Habana Vieja, impiden el acceso de diplomáticos y miembros de la Iglesia Católica, según denunció en una trasmisión directa la curadora de arte Anamely Ramos.
Desde el miércoles pasado, activistas del MSI mantienen una huelga de hambre en demanda de la liberación del rapero Denis Solís, detenido por un presunto delito de "desacato", y ante el asedio de los aparatos represivos del gobierno cubano, una causa que ha solidarizado a personas dentro y fuera de la isla, mientras que el acoso no cesa.
“Estamos en total desamparo. Ahora mismo están en la esquina. Son personas vestidas de civil, no uniformados. No se identifican y aun así controlan toda la zona. No dejan entrar a la iglesia, no dejan entrar a los diplomáticos. Ellos no quieren mediación o negociación y nosotros tampoco lo queremos, sino que pedimos que liberen a Denis Solís”, aseguró Ramos en Facebook.
“Y esa es la única manera en que podremos avanzar hacia una negociación y un diálogo. Nosotros no hemos roto el diálogo. Entramos a una casa a hacer un programa cultural por un amigo que está preso injustamente y porque no teníamos otra manera de exigirlo”, explicó.
Este lunes la agencia de noticias Reuters indicó que “fuerzas de seguridad” bloquearon el fin de semana el ingreso a la sede del Movimiento San Isidro, en La Habana Vieja, bajo el argumento de que el “acceso estaba restringido debido a un brote de coronavirus”.
De ese modo, las autoridades cubanas impidieron que la prensa extranjera acreditada en Cuba pudiera entrar a la zona y conocer de cerca el desarrollo de los acontecimientos.
“Al menos dos patrullas de la policía y más de una decena de funcionarios bloqueaban el acceso a la oficina del Movimiento San Isidro. Un hombre que se identificó como Jorge Gómez y dijo que trabajaba para las autoridades de salud pública señaló que el acceso estaba restringido debido a un brote de coronavirus”, precisó el sábado la corresponsal de Reuters en Cuba, Sara Marsh.
En redes sociales, los medios extranjeros han sido cuestionados durante las últimas semanas por no hacer una cobertura de los sucesos en San Isidro. Pero la represión no ha hecho distinciones y el domingo fueron expulsados del Parque Central los reporteros de las agencias Reuters y AFP acreditados, que intentaron seguir la manifestación pacífica convocada para ese día en apoyo al Movimiento San Isidro.
A los periodistas y camarógrafos les fue impedido acercarse y grabar. Fueron agredidos e insultados por miembros de la Seguridad del Estado vestidos de civil, que los empujaron para cortarles el paso y los llamaron "traidores".
Poco antes, las cercanías del Parque Central se llenaron de agentes de la Seguridad, la Policía y el Ministerio del Interior, vestidos de uniforme y de civil, que detuvieron y agredieron a manifestantes pacíficos.
También se concentraron en el lugar miembros del PCC y de los CDR para protagonizar un acto repudio y lanzar consignas en favor del gobierno.
Por su parte, los miembros del MSI no han desistido de la huelga, a riesgo de su salud y su vida. El vicecoordinador del Movimiento San Isidro, Michel Matos, declaró este lunes en conferencia de prensa que los artistas Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel "Osorbo" Castillo, quienes llevan a cabo una huelga de hambre y de sed, están sufriendo un dramático y acelerado deterioro.
“Urge desarrollar un contacto con la organización Cruz Roja Internacional, para acceder a insumos médicos y contar con un parte médico hecho por médicos neutrales, porque hay temor de que utilicen falsos médicos para acabar con la protesta y desacreditar a los huelguistas. Este es un llamado y grito de auxilio”, pidió el portavoz del Movimiento.
Algunos han pedido a los activistas que abandonen la protesta para poder seguir contando con ellos en la lucha por el cambio en Cuba.
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