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A pesar de los compromisos adquiridos ante la sociedad civil que se manifestó y solidarizó con el Movimiento San Isidro (MSI) ante el Ministerio de Cultura, diversos lugares del país y el mundo, el régimen cubano persiste en su oleada represora contra activistas, artistas y periodistas independientes en Cuba.
Diversos mensajes en redes sociales dan cuenta de la vigilancia, la persecución y el hostigamiento que están sufriendo, tanto los integrantes del MSI como otros representantes de la sociedad civil activos en sus críticas al régimen.
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Apenas unas horas después de haber sido liberado, el artista Luis Manuel Otero Alcántara ha vuelto a ser detenido esta mañana a la salida de la vivienda donde se encuentra alojado el periodista independiente y editor de la Revista El Estornudo, Carlos Manuel Álvarez. Un tuit publicado por el MSI avisaba que “muchos artistas se encuentran sitiados en sus viviendas”.
“Así amanecimos en el cumpleaños 33 de Luis Manuel Otero Alcántara!!! Ana y yo con vigilancia también, al igual que 6 personas más de los que estábamos acuartelados en San Isidro”, publicó en su cuenta de Facebook Omara Ruiz Urquiola, al mismo tiempo que compartía un video grabado por la curadora Claudia Genliu durante la detención de Otero Alcántara.
Por su parte el colaborador de ADN Cuba y huelguista de hambre en San Isidro, Esteban Rodríguez, también compartió imágenes del sitio policial que rodea su domicilio. El activista publicaba un comentario que evidencia el grado de tensión al que están siendo sometidos todos los activistas que se encuentran en la mirilla del régimen. “La paciencia tiene un límite y el mío está cerca”, declaró.
Otro de los activistas sometidos a vigilancia es el periodista independiente Héctor Luis Valdés Cocho, quien se quejó por el estado de sitio en que se encuentra desde primeras horas de la mañana de hoy, con vehículos y agentes de la seguridad del estado apostados en su calle. Valdés Cocho fue a exigir una respuesta y le dijeron que no podía salir de su casa, y que si lo hacía sería detenido.
Esta práctica de arresto domiciliario arbitrario está siendo cada vez más empleada por las fuerzas represivas del régimen cubano, en un despliegue de efectivos y recursos sin parangón. La situación se hace aún más dolorosa en un momento en que la crisis económica provocada en el país por la ineficiencia y la corrupción de la élite político-militar que lo gobierna, golpea a millones de cubanos que pasan penurias y vicisitudes para conseguir con qué alimentarse.
“¡Qué cansad@ me tienen!”, manifestó el periodista Valdés Cocho. “Hagan algo más productivo para sus vidas que estar vigilando. Y si tanto quieren vigilar, pues opten por una plaza de custodio de una escuela o alguna institución del grupúsculo que ustedes tanto defienden. Ahora ¿qué? ¿Qué hice? ¿O están aquí vigilando al injerencista que salió por el noticiero?”, preguntaba hastiado el periodista.
Uno de los tantos activistas que hoy están sufriendo el asedio que los funcionarios de cultura, en nombre del régimen, dijeron que no se produciría es Oscar Casanella. Su domicilio amanecía vigilado y también recibió la misma consigna que el resto de activistas sitiados.
“Hoy en la mañana llevé a mi niño a la guardería sin problema. Ahora voy a salir y aparecieron en mi portal un policía y un seguroso y me prohíben salir de casa. En la foto se ven a los policías al frente a la derecha de mi casa a ambos lados de la entrada de la tapicería ‘Hermès’. Pues esos policías no están cuidando la cola de la tienda. Esos policías están para impedirme salir”, publicó Casanella en su página de Facebook y compartió las imágenes de los represores frente a su vivienda.
Ayer martes, Casanella informó que las activistas cubanas Omara Ruiz Urquiola y Anamely Ramos se encontraban incomunicadas en el domicilio de la primera, rodeado de militares. "No tienen servicio en el celular y el fijo también se corta. Tienen más militares cercándolas afuera", informó Casanella.
Asimismo, la activista y reportera de CiberCuba, Iliana Hernández, también fue detenida este miércoles cuando salía de su domicilio en La Habana. "Me llevan", fue el último mensaje que Iliana Hernández pudo enviar a nuestra redacción. Antes, Iliana había avisado que saldría de su casa. Luego de tratar de contactarla, lo que hubo fue un largo silencio y hasta este momento desconocemos el paradero de la reportera.
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