El Sindicato de Ramas Médicas en Salud Pública (Sirmes) de La Paz advirtió al Gobierno que no permitirá el retorno de las brigadas médicas cubanas a Bolivia, donde hay muchos médicos y especialistas sin trabajo y aseguró que la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) apoya su posición porque nunca aceptó la homologación del programa de estudios de la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana (ELAN).
"No hay la mínima posibilidad de que nosotros aceptemos que vengan las brigadas cubanas", anunció el dirigente del sindicato médico, Fernando Romero, en entrevista con el periódico digital Erbol, en la que apeló a la Constitución de Bolivia, que establece el trabajo como un derecho inalienable.
La USMA apoya la postura de Sirmes, aseguró su dirigente, que recordó que el mayor centro de altos estudios estatal de Bolivia, nunca aceptó la homologación del programa de estudios de la ELAN porque no tiene correspondencia con el grado de estudios nacionales.
Romero aseguró que los médicos cubanos disfrutaban de algunos privilegios que algunos bolivianos no tenían y reclamó al nuevo Gobierno que destine más del 10% del Presupuesto estatal a los servicios médicos; "un gobierno socialista no puede mantener esa situación", concluyó.
El Encargado de Negocios de Cuba en Bolivia, Danilo Sánchez, respondió a sectores médicos bolivianos que "médicos nunca sobran", en alusión a unas palabras del fallecido presidente Fidel Castro Ruz, y aseguró que la disposición cubana a "cooperar" con otros países carece de la intención de quitar trabajos a nacionales.
“Somos colegas que nunca vamos a ningún lugar a quitar el puesto de trabajo. Vamos a colaborar de manera humilde y de manera amistosa en todos los sitios donde hemos estado y seguimos estando. Hoy Cuba tiene presencia en la red de 56 países del mundo”, agregó Sánchez, que recordó cómo la "cooperación cubana en Bolivia se plasmó en 40 hospitales, 73 millones de consultas, más de 300 mil operaciones oculares y la formación de cinco mil médicos.
“Nos interesa mucho la cooperación en el ámbito comercial, en el ámbito de la inversión”, subrayó el diplomático cubano que recientemente tanteó al Gobierno boliviano para revender servicios médicos a Bolivia durante una entrevista con el presidente de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani.
Hace un año, el entonces ministro de Salud en funciones, Aníbal Cruz, reveló el borrado de datos informáticos en las computadoras de la Misión Médica cubana en Bolivia, de la que solo 205 miembros eran titulados en especialidades médicas, de un total de 702 personas.
Cruz indicó que los cubanos se beneficiaban, además, con el cobro de dietas y gastos de viajes dentro de Bolivia; una anomalía dentro del sistema de salud, teniendo en cuenta los altos salarios que recaudaba el Gobierno cubano, que designó a dos funcionarios que cobraban del Gobierno de Evo Morales y luego pagaban al resto el 25% del salario acordado por cada médico.
En enero de 2020, concluida una auditoría gubernamental, el ministro en funciones de Salud de Bolivia reveló que el Gobierno de Evo Morales pagó más de 147 millones de dólares por servicios médicos a Cuba, durante trece años de vigencia del contrato bilateral.
En 13 años, el Estado boliviano pagó a Cuba "147 millones 118 mil 322 dólares, con los que hubiésemos hecho el trasplante de riñones a 7.335 personas (…) o se podrían haber hecho un millón 471 mil diálisis", calculó Cruz.
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