Un anuncio publicado por una empresa privada cubana del sector de limpieza captó la atención de los internautas de la Isla al ofrecer salarios que superan ampliamente los ingresos de los propios médicos que trabajan en Cuba.
Difundido en Revolico y redes sociales, el anuncio de la Mipyme ECONOVA SURL detalló sus ofertas laborales para cubrir plazas relacionadas con la limpieza en hospitales de La Habana, con remuneraciones que alcanzan los 20,000 pesos cubanos (CUP).
Entre las vacantes disponibles, destacan los salarios propuestos para el puesto de Jefe de Servicios (20,000 CUP), seguido del cargo de Emergente Supervisor (13,000 CUP) y Auxiliar de Limpieza (11,250 CUP).
Además, ECONOVA SURL asegura que todo el personal recibirá equipamiento como guantes, botas de trabajo, uniformes y los materiales necesarios para desempeñar sus labores.
Las cifras salariales ofertadas por la Mipyme contrastan drásticamente con las retribuciones percibidas por los médicos cubanos, quienes, tras años de formación y esfuerzo profesional, enfrentan sueldos notablemente bajos en comparación con el alto costo de vida en la Isla.
Según cifras oficiales, un médico recién graduado gana 4,610 CUP mensuales, cifra que asciende ligeramente a 5,060 CUP tras iniciar su residencia y a 5,560 CUP después de culminar la especialidad.
A pesar de la reforma salarial de 2021 y ajustes recientes en 2024, las remuneraciones continúan siendo insuficientes frente a la inflación.
Las autoridades han introducido pagos adicionales por guardias nocturnas, exposición y complejidad, así como incrementos según la antigüedad laboral. Sin embargo, incluso con estas mejoras, los médicos más experimentados apenas alcanzan un sueldo de 7,500 CUP mensuales, incluyendo categorías docentes y científicas.
Este ingreso, que debería reflejar la especialización y experiencia acumulada, no cubre las necesidades básicas en un contexto de crisis económica.
La oferta laboral de ECONOVA SURL genera un debate sobre la desproporción entre los salarios de profesiones técnicas y aquellos de trabajadores esenciales como los médicos, quienes, además de mal remunerados, trabajan en condiciones adversas con escasez de recursos.
La situación plantea preguntas sobre las prioridades salariales en la economía cubana y el creciente atractivo de las Mipymes como alternativas laborales.
La precariedad salarial y las contradicciones del sistema médico en Cuba
La situación de los médicos en Cuba ha sido objeto de creciente escrutinio debido a los bajos salarios y condiciones laborales que enfrentan, a pesar de su papel esencial en el sistema de salud pública del país.
A lo largo de los años, lo que una vez fue una profesión admirada y con reconocimiento social ha quedado marcada por las limitaciones económicas y el descontento generalizado entre los galenos, muchos de los cuales aceptan regalos y "donaciones" de sus agradecidos pacientes.
Según testimonios recientes, incluso los médicos con más de una década de experiencia y especialización no logran cubrir sus necesidades básicas.
Un ejemplo es el caso de la doctora María Martínez, quien, tras más de 11 años de trabajo en el sector de la salud, no ha podido adquirir una vivienda propia y vive en condiciones modestas junto a su familia. Este testimonio refleja una realidad compartida por muchos profesionales del sector, quienes a menudo dependen de recursos familiares para subsistir.
El salario de los médicos cubanos, aunque superior al de otras profesiones en el país, es insuficiente en el contexto de la inflación y la escasez de productos básicos.
En 2024, el salario promedio de un médico con experiencia y varias especializaciones alcanza los 7,500 pesos cubanos mensuales, aproximadamente 20 dólares en el mercado informal de divisas. Esto apenas cubre una fracción de los costos de la canasta básica, que incluye alimentos y servicios esenciales.
El régimen cubano ha intentado implementar incrementos salariales en sectores clave como la salud y la educación. Para 2024, se anunció un aumento presupuestario que destinaría más de 13,000 millones de pesos a la salud pública.
Sin embargo, estos incrementos son percibidos como insuficientes para contrarrestar el éxodo masivo de médicos hacia el extranjero o hacia actividades económicas más rentables dentro de la isla.
Además, las misiones médicas en el extranjero, presentadas por el gobierno como un logro de la solidaridad internacional, son una de las principales fuentes de ingreso para el Estado cubano.
En 2018, estos programas generaron más de 6,400 millones de dólares, el doble de lo obtenido por el turismo en el mismo período. Sin embargo, los médicos que participan en estas misiones denuncian condiciones laborales precarias, salarios reducidos y restricciones de libertad, lo que ha llevado a que organismos internacionales califiquen estas prácticas como una forma de trabajo forzoso.
En resumen, la precarización del salario médico en Cuba y las políticas de exportación de servicios médicos han puesto de relieve las contradicciones del sistema. Aunque el gobierno intenta promover incentivos salariales y programas de exportación como una solución, los médicos cubanos continúan enfrentando serias dificultades para llevar una vida digna dentro de su propio país.
Las deplorables condiciones de higiene en los hospitales cubanos
La situación higiénica en los hospitales cubanos refleja la crisis profunda que afecta al sistema de salud pública en la isla. Denuncias recientes destacan las condiciones insalubres que enfrentan pacientes, familiares y el personal médico en instalaciones deterioradas, carentes de recursos básicos para mantener estándares mínimos de limpieza y salubridad.
Un ejemplo alarmante es el Hospital Infantil Sur en Santiago de Cuba, donde los baños presentan un nivel extremo de suciedad, con instalaciones rotas y sin mantenimiento, mientras los pacientes, incluidos niños, y sus acompañantes deben lidiar con la falta de agua y productos de limpieza. Las madres denuncian que estas condiciones pueden agravar enfermedades o causar infecciones adicionales.
En el Hospital Mártires del 9 de Abril, en Sagua la Grande, Villa Clara, las imágenes muestran baños obstruidos, rodeados de basura y completamente inutilizables.
Esta situación se repite en otras instalaciones del país, como el Hospital Clínico Quirúrgico Salvador Allende en La Habana, donde los pacientes no solo enfrentan infraestructura inadecuada, sino también la falta de sábanas limpias y recursos básicos para el aseo personal.
Estas carencias no solo afectan la calidad del servicio médico, sino que también incrementan los riesgos de contraer infecciones nosocomiales, creando un ambiente de desamparo tanto para los pacientes como para los trabajadores de la salud.
A pesar de las denuncias frecuentes, las respuestas oficiales suelen ser insuficientes, culpando en ocasiones a los propios pacientes de las condiciones deplorables.
La falta de insumos básicos, personal de limpieza y una adecuada gestión de recursos pone de manifiesto la gravedad del problema. Las condiciones de higiene en los hospitales cubanos se han convertido en una de las principales preocupaciones de la población, que exige soluciones urgentes para garantizar un mínimo de dignidad y seguridad sanitaria.
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