El nuevo supermercado que el régimen cubano inauguró en 3ra y 70 para la venta exclusivamente en divisas de productos alimenticios y de higiene que escasean en Cuba, sigue generando indignación y polémica en las redes sociales.
Ubicado en el recinto del Hotel Gran Muthu Habana -inaugurado en 2023 y gestionado por la cadena MGM Muthu Hotels y el grupo Gaviota, controlado por la cúpula militar del régimen- el establecimiento solo acepta dólares en efectivo o tarjetas vinculadas a cuentas en divisas.
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El local se localiza frente a la antigua “diplotienda” de 3ra y 70, que luego pasó a operar en Moneda Libremente Convertible (MLC). Sin embargo, a diferencia de este, el nuevo supermercado se encuentra muy bien surtido con productos nacionales y extranjeros.
En su interior hay alimentos, artículos de aseo personal y de limpieza, insumos para el hogar y electrodomésticos; pero sus pocas opciones de pago niegan a la mayoría de los usuarios la posibilidad de acceder a los productos.
Un video compartido por el usuario de Tiktok identificado como cuba.live2 mostró el interior de la tienda y sus estanterías repletas de productos, dejando ver el precio de algunos de ellos como paquetes de pastas alimenticias de 250 gramos (coditos y espaguetis a USD 1.35).
Mientras los primeros corresponden a la marca La Sabrosita, perteneciente a la cadena de supermercados panameña Super 99 (establecida en 1986 por el después presidente de Panamá Ricardo Martinelli, quien en ese momento era propietario de Empresas Martinelli S.A. y resultó condenado en 2023 a una pena de 10 años y 8 meses de prisión por blanqueo de capitales), esta redacción no pudo ubicar la procedencia de los paquetes de espaguetis cuyo envoltorio venía impresos con caracteres chinos.
Sopas instantáneas a USD 1.20, un litro de caldo de pollo a USD 1.60, refrescos pequeños de la marca nacional Ciego Montero (USD 0.65), botellas de agua de la misma marca a un dólar (litro y medio) o USD 2.50 (cinco litros), quedaron captadas en el video.
Lanzadas en una operación de “dolarización parcial” de la economía, las autoridades del régimen cubano vuelven a la carga con la venta de productos de primera necesidad en dólares, con precios que superan ampliamente los establecidos en países capitalistas desarrollados, en un país en el que la mayoría de trabajadores cobran sueldos en pesos cubanos y el salario mínimo es de 2,100 CUP (un dólar equivale a 315 CUP en el mercado informal).
Los precios del nuevo supermercado de 3ra y 70 son inalcanzables para la mayoría de los cubanos. Un panettone de 500 gramos, se vende a 15,20 dólares, una cifra que supera con creces el salario mensual promedio en CUP.
Los pagos pueden realizarse en dólares en efectivo, con la tarjeta Clásica de Fincimex o con una nueva tarjeta especial de la financiera de GAESA que se recarga desde el extranjero. "Hay muchas personas comprando gracias a los cubanos que se van", comentó el autor de otro video publicado sobre la reciente apertura del supermercado.
Las “mentes económicas” del Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), Gaviota y Tiendas Caribe siguen aplicando en el nuevo establecimiento una política de precios que resalta el abuso y el latrocinio institucionalizados en Cuba.
Esta redacción pudo comprobar que en el nuevo supermercado el aceite de oliva virgen extra de la marca española Ybarra se vende a USD 11.25, mientras que en España la misma botella cuesta € 4.84 euros (2,3 veces más barata que en Cuba, a pesar de que el salario mínimo español es de 1,134 euros, es decir, 172 veces el salario mínimo cubano).
La misma lógica aplica para todos los productos en venta. Si el jabón líquido Dolce Schiuma cuesta en La Habana USD 3.55, en la tienda virtual Amazon el precio de este producto ronda en poco más de un dólar estadounidense. Lo mismo para la botella de whiskey Ballantines de 10 años (en Cuba a la venta por un precio de USD 55.00, mientras que en Europa se puede comprar en torno a los 15 euros).
Este mercado es un reflejo claro de la dolarización de la economía cubana, donde el gobierno prioriza las ventas en dólares mientras el pueblo lucha por sobrevivir con una inflación descontrolada, una escasez creciente y un peso cubano cada vez más devaluado.
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