La Unión Europea (PE) defendió este viernes el diálogo directo con las autoridades cubanas como vía para promover el respeto a los derechos humanos en la isla, a través de una relación crítica y constructiva, a pesar de comprobar que el régimen no está dispuesto a dejar que participen otros actores de la sociedad civil.
La diplomacia europea sigue apostando por los mecanismos previstos en el Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación (ADPC) firmado con La Habana el 12 de diciembre de 2016 y que hoy cumple cuatro años desde su entrada parcial en vigor.
Katja Afheldt, jefa de la división de Centroamérica y el Caribe en el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), declaró que “solo con diálogo franco y abierto podremos promover el respeto de los derechos humanos y la reforma”, según informa la agencia europapress.
“El Acuerdo y sus instrumentos permiten trabajar en un futuro mejor para el país y sus ciudadanos”, expresó la diplomática del SEAE, quien participó en el foro que este viernes pasó revista al ADPC.
En el marco del encuentro promovido por el Parlamento Europeo (PE) se contaba con la participación virtual de disidentes y opositores al régimen cubano, pero resultó imposible la participación de la mayoría de ellos por el corte de internet en sus dispositivos. Una maniobra de censura que achacan a las autoridades del régimen, que también montaron un operativo policial que les impidió salir de sus casas.
En el encuentro por videoconferencia estaba prevista la participación de Berta Soler, Manuel Cuesta Morúa, Dagoberto Valdés, José Daniel Ferrer y Reinaldo Escobar, pero solo Valdés pudo intervenir en directo, desde Pinar del Río. Los demás intervinieron con videos grabados.
La reunión, contemplada como parte de los mecanismos de diálogo del ADPC, tenía como objetivo atender las demandas y denuncias de representantes de la sociedad civil y la oposición política cubanas. Pero funcionarios de la Unión Europea (UE) y los delegados del PE para las relaciones con los países de América Central y el Caribe tuvieron que conformarse con escucharles a través de los videos que consiguieron hacer llegar los invitados cubanos, imposibilitados de participar e intervenir en directo.
Entre las maniobras del régimen para imposibilitar el diálogo con los actores no gubernamentales cubanos, se recurrió a las detenciones arbitrarias y momentáneas de varios opositores, el cerco de sus viviendas, los interrogatorios y las amenazas habituales. La Dama de Blanco Berta Soler fue detenida el día anterior a la reunión y el opositor José Daniel Ferrer, líder de UNPACU, estuvo cercado y vigilado en la sede de esta organización junto a otros activistas.
Además de cortar las comunicaciones a los invitados del PE, el régimen cubano parece que presionó directamente a los funcionarios europeos para impedir que el encuentro con los activistas y opositores cubanos se celebrase en la sede de la Delegación de la UE en La Habana. Según reportaba 14ymedio, Un mensaje de WhatsApp de la Delegación de la UE recibido por Soler, le avisaba de la anulación de la invitación que habían cursado para realizar la videoconferencia desde la sede diplomática europea.
No obstante la evidente maniobra del régimen para impedir el diálogo político, la diplomática europea que participó en nombre del SEAE que dirige Josep Borrell declaró que la “relación constructiva es la mejor forma de promover los objetivos de la UE en la isla, tales como fomentar los derechos humanos y la democracia”.
En ese sentido, Afheldt defendió que el Acuerdo con La Habana representa una “base sólida” para poder usar instrumentos diplomáticos como la cooperación y el diálogo, que el propio régimen se encarga de sabotear.
Esa “relación crítica” que defiende la UE a través de su funcionaria le sitúa en mejores condiciones para, según afirma, “promover una apertura económica en la isla”. La diplomática expresó que es necesario “desencadenar todo el potencial económico y de inversiones” que entraña la relación de la UE con Cuba, para superar la crisis económica del país.
“Para ello necesitamos mayor apertura y mejorar el clima empresarial”, declaró Afheldt en lo que constituye el eterno dilema de la UE como actor internacional. La tensión entre la defensa de sus intereses económicos y la promoción de sus principios y valores sigue presente en las relaciones con Cuba, a pesar de los años de experiencia, de la evidencia acumulada y del cambio de contexto de estas relaciones.
El pasado 8 de diciembre la UE adoptó el régimen mundial de sanciones en materia de Derechos Humanos, un acuerdo histórico que le permitirá abordar abusos y violaciones graves de derechos humanos en todo el mundo. El régimen de sanciones adoptado permitirá a la UE enfocarse en un área específica en lugar de un país específico, dirigirse directamente a los perpetradores, prohibirles la entrada a la UE, congelar activos en el territorio de la Unión y prohibir que se pongan fondos a su disposición.
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