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El periodista de CiberCuba, Michel Contreras, comentó de un modo jocoso lo que experimentó durante siete horas de cola frente a un mercado de La Habana.
En la red social Facebook, Contreras relató cómo, en las inmediaciones del mercado sito en 3ra y 70, La Habana, experimentó frío, calor, e incluso un aguacero durante la espera.
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“Hace exactamente 7 horas estoy en la cola del mercado de 3ra y 70. Primero hacía frío, luego eché una sudaíta y al final hasta disfruté un aguacerito. La conexión (qué linda) se cae cada 5 literales minutos, y la cola crece con la maravillosa viagra de la desidia. Ojalá tenga que estar acá 3 horas más, gozando con el calor del pueblo. Me dicen Cuba”, comentó el periodista.
Varios internautas reaccionaron a su publicación y le recomendaron protegerse de un posible contagio de Covid-19, enfermedad que, según el último parte del MINSAP, rompió su récord de pacientes positivos en el país, contexto en el cual la capital acumula el mayor número de casos de las últimas semanas.
Una usuaria que responde al alias de Alina Bárbara López Hernández, señaló que su esposo atravesaba una experiencia parecida la provincia de Matanzas:
“Mi esposo está en similar situación en una tienda de Matanzas. La conexión no se cae, en realidad se repone por breves intervalos”
Sin embargo, otro usuario relaciona el alto índice de contagio en la capital exclusivamente con los viajeros infectados en el exterior que “importan” la enfermedad al país una vez que arriban:
“La culpa del aumento en los casos es de los "importados", las colas y otros eventos no contagian”, manifestó Alejandro Pérez en el mismo post.
El fenómeno de las colas parte de una profunda situación de desabastecimiento nacional que sufre la isla, acentuado por la crisis que el Covid-19 ha generado en el mundo. Durante los festejos por fin de año, los usuarios de las redes sociales han divulgado fotos y videos donde se muestra a cientos de personas frente a los mercados y tiendas del país en busca no solo de carne, leche o vegetales sino de cualquier alimento que puedan llevar a sus mesas.
Las colas cubanas alcanzan hasta esos establecimientos en MLC, donde no solo los precios son abusivos, sino que la mayoría de los clientes parten del lugar con las manos vacías.
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