El periodista independiente Héctor Luis Valdés Cocho fue obligado a abandonar la vivienda donde estaba alquilado, tras fuertes presiones de la Seguridad del Estado a los dueños del lugar.
"Una vez más las garras de la seguridad del estado tomaban cartas en el asunto, una vez más mediante el uso del chantaje, las amenazas, el miedo y demás; manipulan a propietarios legales de viviendas que están en todo su derecho de tener en su casa a quién ellos deseen", escribió en Facebook.
Oficiales de la Seguridad presionaron al casero para que lo desalojara con efecto inmediato, sin embargo, este le dijo al periodista que tenía hasta la próxima semana, fecha en que culmina el último mes pagado.
Cocho, que estuvo entre los detenidos durante la manifestación convocada en el Parque Central por el Movimiento San Isidro para exigir la liberación de Denis Solís, ha estado sometido a vigilancia, amenazas y represión por parte de la Seguridad del Estado, debido a sus vínculos con los huelguistas de San Isidro y sus denuncias como periodista independiente.
Asimismo, el reportero estuvo entre los activistas, artistas y periodistas a los que se les organizó un acto de repudio fuera de sus casas, y que no tuvo participación de sus vecinos, a pesar de que la presidenta del CDR daba gritos y golpeaba una cazuela desde la acera para convocarlos.
"Luego de tres meses buscando el odio de mis vecinos hacia mí, dígase dieciséis días de constante vigilancia en las afueras de la renta, acto de repudio fallido, despliegue de rumores totalmente falsos en la cuadra, envío de patrullas en un día festivo como el 25 de diciembre por una supuesta música alta, campaña mediática por los medios informativos oficiales con el objetivo de buscar el odio de cubano a cubano, en fin, todo una artimaña para lograr lo que en el día de hoy lograron, con el uso de la bajeza que los caracteriza", relató Valdés Cocho.
"¿Por qué les es tan difícil jugar limpio? ¿Por qué usan estos trucos sucios incluso para alguien tan de bajo nivel como ustedes? ¿Acaso somos un adversario tan fuerte que prefieren ir como ratas y buscar la manera más estiercolera para reprimir y hostigar a quien no piense igual que ustedes?", cuestionó.
Forzar a los dueños de alquileres para que desalojen a opositores, periodistas, activistas, artistas o cualquiera que mantenga una postura contraria al Gobierno cubano, es una práctica común de la Seguridad del Estado.
La periodista independiente Camila Acosta, quien también ha sido detenida de forma arbitraria, vigilada y maltratada por oficiales de la policía política, sufrió el desalojo forzoso en cinco ocasiones durante el pasado año.
Más recientemente, la joven escritora y huelguista de San Isidro Katherine Bisquet fue abordada por sus caseros para que abandonara la vivienda en la que está rentada en Centro Habana, luego de días de vigilancia en las afueras del lugar. La joven acumula unos diez alquileres interrumpidos por el aparato represivo cubano, en los últimos dos años.
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