Vídeos relacionados:
El artista independiente Luis Manuel Otero Alcántara afirmó en entrevista con el presentador cubano Alexis Valdés que las acciones del Movimiento San Isidro a fines del año pasado en La Habana han dado esperanzas al pueblo de la isla.
Durante el diálogo de más de una hora con el también comediante radicado en Miami, el activista habló sobre sus motivaciones, su familia, sus inicios en el arte y su lucha por una sociedad polifónica a través del Movimiento San Isidro, algunos de cuyos miembros, junto a artistas, periodistas y otros ciudadanos, protagonizaron recientemente una de las protestas más desafiantes contra las autoridades del régimen que encabeza Miguel Díaz-Canel.
Lo más leído hoy:
Al hablar de la huelga de hambre para exigir la liberación del rapero Denis Solís, Otero Alcántara comentó que "lo más importante que hemos hecho nosotros, los artistas, es darle esa esperanza a la gente. Darle a la gente ese mapa en su cabeza de que sí es posible un cambio en Cuba, y que las cosas ya están cambiando".
"El 27N demostró que ya la cosa está cambiando, no es que va a haber un cambio, sino que ya el cambio está. Las estructuras son muy grandes en Cuba y la gente quiere ver linchado a Díaz-Canel pero no, la cosa está cambiando y no solamente somos nosotros, los del 27N, ni los del movimiento San Isidro. Cada uno de nosotros tiene un grupo de personas que legitima a otro, y que yo esté hablando contigo significa que hay gente que te va a legitimar a ti y que hay gente que me va a legitimar a mí, en esa colaboración el cambio ya está pasando", apuntó.
"Que tú me invites a ver cómo yo pienso, y la gente me vea al natural y con respeto, eso hace que tus seguidores me vean a mí y digan coño, y eso en las redes sociales se traduce en que hay gente que me va a seguir más en Instagram y en Facebook. Y las redes sociales están mostrando esa unión y esa asociación", dijo el artista.
Sobre el Movimiento San Isidro señaló también que forma parte de la sociedad civil. "Estamos traduciendo lo que sienten los negros de San Isidro, los negros del Cerro a Díaz-Canel".
"Si Díaz-Canel quiere un diálogo con Luis Manuel, yo me siento y me tomo un café con él, pero si quiere hablar con el activista, yo convoco a un diálogo nacional donde todos puedan decir lo que piensan", expresó.
"Le exigiría como activista, como ciudadano cubano que ama al otro, y le diría: 'Brother ya está bueno de apretar, el cubano ya no aguanta más, hay gente sufriendo, familias separándose, madres que no le hablan a los hijos por ideología, hay personas que no tienen un plato de comida que llevarse a la boca, hay madres sufriendo porque no pueden llevar a sus hijos con un zapato decente a la escuela'".
"Vamos a apelar a la parte humana, a esa parte del amor que todos tienen aunque seas el dictador más grande del mundo, a este amor hacia una mascota, vamos a apelar a eso y a construir esa Cuba todos juntos. Ya no hay una Cuba dentro y una Cuba afuera, ahora mismo estamos tú y yo online juntos, como si estuviéramos ahora mismo tomándonos un café", manifestó el entrevistado.
Al final del diálogo, Otero Alcántara afirmó que este 2021 será un año lapidario para la dictadura.
"En 2021 la dictadura se acabó", advirtió.
Sobre la represión de que ha sido víctima en el último año, el artista afirmó que hace su obra solo, sin comprometer a nadie, y él solo paga las consecuencias de sus actos.
"Cuando voy a dar un berro lo doy yo solo, si algo me molesta me pongo un casco en la cabeza y salgo a la calle", expresó.
Aseguró al respecto que no odia a sus represores. "Yo no odio a los segurosos, entiendo que ese es su trabajo, una vez ofendí a uno en la puerta de mi casa y después me arrepentí, me decía 'no tenía que haberlo ofendido'. Pero en la medida que uno va madurando va entendiendo cosas y va entendiendo mucho más al otro".
Cuenta al respecto que tras los sucesos de San Isidro en noviembre pasado, cuando fueron reprimidos y difamados, los activistas salieron a la calle con miedo a que algún comunista los atacara.
"Todo el discurso de odio del régimen hacia nosotros legitimaba cualquier cosa que pudiera pasar. Y se demostró aquí, el que vino a tumbarnos la puerta fue provocado por ese discurso de odio del régimen", sostuvo.
Sin embargo, pronto se percató de que el resultado de la campaña de odio había surtido el efecto contrario. "La gente en la calle me saludaba, un hombre de dos metros se bajó de un carro y cruzó la calle 12, me cargó, me dio un beso en cada cara y me dijo: 'Estoy contigo'. Una señora de 80 años en el Parque Central también me dijo: 'Alcántara, estoy contigo'. La gente se hace fotos conmigo, yo entro a los bares y los dependientes me dicen quiero hacerme una foto contigo, y eso sin contar todos los cubanos y cubanas que vienen a saludarme a la puerta de mi casa, a pesar de que tengo una cámara enfrente vigilando".
Sobre el futuro político de la isla señaló que es una necesidad tomar el poder en Cuba, que la democracia tome el poder, que la dictadura abandone el poder y haga una transición hacia una estructura democrática, algo que a su juicio ya está pasando.
"Ahora, cómo se toma el poder en Cuba, cómo la democracia toma el poder en Cuba, eso es lo más complejo en estos momentos. Cómo los actores, opositores, feministas, animalistas, sincronizan en un proyecto de nación y en un proyecto económico, eso es lo más complejo ahora mismo y es lo que va a poner a Cuba en el siglo XXI", reiteró.
De acuerdo con Otero Alcántara, en ese proceso van a aflorar problemas sociales, los machistas, los oportunistas, el capitalismo oportunista que va a llegar y te va a pagar cinco pesos, o los sindicatos. "Hay que construir una nación ahora mismo y eso tiene que pasar por estructuras intelectuales, más allá del berro en la calle, de salir y gritar allá afuera, tiene que pasar por estructuras intelectuales".
El artista también recalcó que el castrismo es una cultura que se expande y que el arte es un ejercicio de extrema valentía que te obliga a enfrentar la realidad e intentar modificarla.
"El castrismo es una cultura que se ha expandido durante 60 años desde el cine, la literatura, todo. Y una de las cosas que nos ha quitado es la madurez como seres. Y la madurez pasa por escuchar al otro. Cuando tú escuchas al otro y no te vas con la información que te da el poder, sino que buscas información desde varios puntos, eso te hace un ser maduro", dijo, al referirse a la campaña de descrédito desatada por el gobierno contra los activistas cubanos.
"Si tú miras mi performance de la bandera y te quedas con la visualidad, y no analizas e investigas, usted es un ser inmaduro", consideró.
Otero Alcántara explicó que viene de un sector de la sociedad desfavorecido. "Mi familia no tiene una base cultural, yo entré al arte por la escultura y por la sensibilidad que te impone una familia unida y el respeto hacia ella. De ahí uno va creciendo, se va formando, y realmente más que valentía, yo lo que estoy haciendo es mi arte", manifestó.
"Yo corría maratón, y cuando vas por el kilómetro veinte quieres que el mundo se acabe, y en ese momento lo único que te empuja es la voluntad. Cuando llego al mundo del arte he visto que es igual, para mí el arte es un ejercicio de extrema valentía", consideró el artista, quien habló con Valdés por espacio de más de una hora.
"Tú tienes que transformar un pedazo de tela con colores en sueños, en economía, en decirle algo al otro y de ahí viene mi valentía, del amor al arte, a la libertad y al otro. Yo encuentro mi valentía cuando le digo al otro: 'Mira, yo no voy a ceder a que tú me digas a mí que yo en lugar de pintar el cuadro de rojo lo pinte de verde, porque si hago eso yo no puedo poner la cabeza en mi almohada'", señaló.
En otro momento de su entrevista, el artista afirmó que descubrió pronto las motivaciones de su irreverencia.
"¿Por qué yo estoy buscando la libertad de Cuba, de los negros de El Cerro, de los negros de San Isidro? Porque mi arte lo que hace es reflejar esa realidad, y en un régimen como este, si no hay libertad, tú no vas a poder reflejar la verdad de la miseria que se vive", apuntó.
Durante la conversación Otero Alcántara, un joven que viene de un mundo marginal y signado por la pobreza, dijo que contra una dictadura no hay nada que sea oportunista.
"Contra una dictadura ahora mismo hay personas comiendo McDonald y tomando Coca Cola, y que tú le dediques una canción a un fenómeno que pasó de un grupo de jóvenes, no es oportunismo", detalló.
"Nosotros mismos somos un antecedente y estamos en la era de las redes sociales, pero antes de mí hay un supervaliente, hay una Tania Bruguera, un Reynaldo Arenas, una Coco Fusco", dijo el artista.
A la pregunta de por qué no se va de Cuba, el artista respondió: "Yo ahora puedo (estar en Cuba), y si un día me voy a otra ciudad, por ejemplo, a París, creo que nunca me voy a poder escapar a la injusticia, o a poner mi trabajo, poner mi cuerpo, porque va mucho más allá de una posición cerebral, una posición intelectual, es algo orgánico en mí".
"Yo no soy un gran intelectual, no soy un tipo que me he leído los mil libros, sino que tiene que ver con algo orgánico. Para yo sentirme bien tengo que, cuando la viejita pase por delante de mí en el malecón, comprarle todos los manises", explicó.
"Para mí (quedarme en Cuba) es el presupuesto de la obra. Ya uno sabe que en un régimen totalitario si tú quieres hacer arte, y arte real, arte que tenga un impacto, ese es el presupuesto de la obra, yo soy un performance", afirmó.
"Ir preso, la vida, yo no le tengo miedo a la muerte (...) yo tampoco soy algo nuevo dentro del poner tu vida como ejercicio estético, como ejercicio de riesgo, ante una obra. Yo amo el arte, amo Cuba, amo al cubano, amo la libertad y eso lo voy a poner en crisis aquí, lo voy a poner en crisis en Estados Unidos, lo voy a poner en crisis en Francia, y en cualquier lugar que yo llegue siempre voy a ponerme en crisis a mí mismo y a la realidad, y aquí sufro una dictadura y a dondequiera que yo llegue la voy a sufrir en complexión como la sufres tú", detalló.
El artista señaló que el régimen cubano "te manipula con la moral del dinero, y te insinúa que como tú ganas dinero debes callarte. La prebenda que te da el poder es hacerte creer que él te posibilita tener dinero, cuando en realidad uno gana dinero cuando trabaja".
"A mí me gusta vestir bien, comer bien, y quiero guarachar, y poner mi arte en función de mejorar mi economía", explicó. "Sin embargo, aquí no hay recursos para desarrollar una obra. Llega el momento que dices 'ya no aguanto más', y a eso se le suma la falta de respeto del régimen con tus amigos, contigo, y entonces pones el cuerpo, porque el cuerpo significa algo, y es un medio para incidir en la realidad?".
Luis Manuel Otero Alcántara es la cara más visible del Movimiento San Isidro, un espacio que nació en septiembre de 2018 como respuesta directa al Decreto Ley 349, que amenazó con penalizar la libertad de creación artística y de expresión en la isla.
Desde entonces estos jóvenes se han comprometido con la lucha por la legalización de espacios autónomos para el arte y por la libertad de expresión en todas sus variantes, a pesar de la constante criminalización del grupo, y de los frecuentes arrestos y atropellos sufridos por sus miembros.
Archivado en: